La presidenta de Perú, Dina Boluarte, invocó a un pacto de reconciliación en su primer mensaje a la nación desde el Congreso, en medio de nuevas movilizaciones en su contra que fueron repelidas por la policía en Lima.
Boluarte, quien asumió el poder el siete de diciembre tras la destitución y arresto del entonces mandatario, Pedro Castillo, pidió perdón por las decenas de víctimas, entre muertos y heridos, que dejaron las protestas que siguieron a la caída de su antecesor.
“Con profunda y dolorosa consternación, pido perdón, en nombre del Estado, a los deudos de todos los fallecidos, civiles, policías y militares”, señaló la presidenta.
Boluarte se dirigió al país por más de tres horas desde la sede del parlamento, fuertemente custodiado por la fuerza pública ante las marchas convocadas por grupos de izquierda al grito de “Dina, el pueblo te repudia”.
En medio de la movilización de decenas de manifestantes, Boluarte invocó a un pacto de “reconciliación por la vida, paz, justicia e igualdad”.
“Llamo a la gran reconciliación nacional entre todos los peruanos, con la certeza de que ninguna diferencia ideológica o de opinión, por profunda e intensa que esta sea, puede llevarnos a convivir en una sociedad de enemigos”, insistió la presidenta.
Expulsión de extranjeros
Boluarte, que en principio gobernará hasta 2026 tras el rechazo del Congreso al anticipo de elecciones, prometió justicia por las muertes de los opositores durante las protestas que conmocionaron al país entre diciembre y febrero.
“No habrá impunidad para nadie en este caso”, indicó tajante la exvicepresidenta de Castillo, quien espera en prisión su eventual llamado a juicio por el intento fallido de disolver el Congreso.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), durante las pasadas manifestaciones la policía se excedió en el uso de la fuerza y presuntamente cometió ejecuciones. Alrededor de 50 personas murieron, la mayoría por
impactos de bala, en la región de Puno, cerca de la frontera con Bolivia.
Este viernes grupos de manifestantes volvieron a reclamar justicia.
“Han masacrado a mi hijo de tan solo 18 años (…) Estamos acá para exigir justicia, pero no la vamos a encontrar si esta señora no se va”, dijo Rosa Luque, mamá de Heliot Arizaca, una de las víctimas de la represión en la ciudad de Juliaca, en Puno.
Las marchas se concentraron en los alrededores del Congreso, y tuvieron menor acogida que las del miércoles, cuando la oposición retomó las protestas contra el gobierno después de cinco meses.
Entretanto, en su mensaje a la nación, Boluarte también hizo énfasis en el combate a la inseguridad y pidió al Congreso que le dé facultades extraordinarias para expulsar a extranjeros implicados en delitos, en alusión principal a los venezolanos que, según autoridades, comandan el crimen organizado.