Y siguió el forzado debate no programado en la Plenaria de jefes de Estado sobre los mandatarios ausentes de la Cumbre de las Américas.
El presidente de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, consideró que la participación de Nicaragua, Venezuela y Cuba habría permitido afrontar temas que no se han abordado.
“Para que eso funcione de verdad, no puede haber exclusiones. Acá debiéramos estar todos y no estamos todos”, dijo el presidente de Chile.
Agregó: “la urgente necesidad de la liberación de los presos políticos de Nicaragua o también, la importancia moral y práctica de terminar de una vez por todas con el injusto e inaceptable bloqueo de Estados Unidos al pueblo de Cuba”.
Y el mandatario colombiano Iván Duque, alineado a la postura estadounidense, opinó distinto:
“Aquí no hay exclusiones ideológicas, aquí hay un rechazo contundente, preclaro, a cualquier forma de dictadura. Debatamos nuestras diferencias, pero nunca estas Cumbres serán territorio fértil para los dictadores del Hemisferio”.