El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, anunció que levantará la ley marcial, después de que el Legislativo se pronunciara en contra de la medida decretada horas antes por el mandatario para, de acuerdo con él, proteger al país de las “fuerzas comunistas” norcoreanas.
Yoon Suk Yeol retrocedió después de que el Legislativo, donde la oposición tiene mayoría, votara en contra del sorpresivo decreto que el Ejecutivo aprobó horas antes y que generó preocupación en la comunidad internacional, especialmente en Estados Unidos, un importante aliado de Seúl.
“Hace un momento, la Asamblea Nacional pidió que se levante el estado de emergencia, y hemos retirado a los militares desplegados para las operaciones de la ley marcial”, declaró Yoon en un discurso televisado a las 04:30 hora local.
El mandatario coreano agregó que aceptaron la petición de la Asamblea Nacional de levantar la ley marcial en una reunión del gabinete.
Yoon Suk, conservador del Partido del Poder del Pueblo, anunció la implantación de la ley marcial en el marco de una pugna con la oposición por el presupuesto, tras más de dos años de un gobierno marcado por su baja popularidad.
La decisión fue impugnada poco después mediante un voto en la Asamblea Nacional y el jefe de la oposición, Lee Jae-myung, instó a la población a manifestarse frente al Parlamento.
Es la primera vez que Corea del Sur aplica la ley marcial en 40 años. El vicesecretario de Estado norteamericano, Kurt Campbell, afirmó que Washington seguía los acontecimientos “con gran preocupación”.
La Casa Blanca afirmó no haber sido notificada con antelación de que se iba a aprobar una ley marcial en Corea del Sur, donde Washington tiene desplegados cerca de 28 mil 500 soldados para hacer frente a Corea del Norte y su programa armamentístico.
Los manifestantes apostados fuera del Parlamento, celebraron la decisión de Yoon de revertir el decreto, tras una tensa jornada marcada por el despliegue de los militares.
“Eliminar los elementos antiestatales”
Yoon decretó la ley marcial en un dramático discurso el martes en la noche afirmando que buscaba “salvaguardar a una Corea del Sur liberal de las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte y para eliminar los elementos antiestatales”.
El presidente no dio detalles sobre las amenazas de Pyongyang, pero su país sigue técnicamente en guerra con Corea del Norte, que está en una carrera para dotarse de un arma nuclear.
Tras el anuncio quedaron prohibidas todas las actividades políticas y los medios de comunicación se encuentran bajo control gubernamental, informó el jefe del ejército, Park An-su, en un comunicado.
Varios helicópteros aterrizaron en el tejado del Parlamento en Seúl, según imágenes en directo emitidas por televisiones.
El jefe de la oposición tachó la ley marcial de “ilegal” y llamó a la población a concentrarse ante el edificio.
Pese al despliegue militar, cerca de 190 diputados consiguieron entrar en el inmueble, donde votaron unánimemente a favor de una moción que bloqueó la aplicación de la ley marcial y que pidió su levantamiento.
La Constitución de Corea del Sur estipula que la ley marcial debe levantarse si una mayoría del Parlamento lo pide.