“Firmé el decreto de disolución de las Cámaras con el fin de convocar nuevas elecciones en el plazo máximo de 70 días”, precisó Mattarella.
Asimismo, agradeció a Draghi y a sus ministros por la labor realizada durante estos 18 meses de Gobierno y recordó que la situación económica, así como el costo de la energía y de los alimentos, “no permiten muchas pausas”, por lo que, dijo, quedan muchas medidas aún por tomar.
La renuncia de Draghi abre una agitada campaña para las elecciones anticipadas, que deberán celebrarse el 18 o 25 septiembre, según algunos medios, o inclusive el 2 de octubre.
Considerado el salvador de la zona euro en 2012, Mario Draghi, designado primer ministro de Italia en febrero de 2021 para rescatar a Italia de la emergencia sanitaria, política y económica que atravesaba, tiró la toalla este jueves agotado por las disputas dentro de su coalición.
La crisis política, que se venía gestando desde hacía meses en Roma con el telón de fondo de las luchas internas de los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E), terminó por desmoronar la coalición variopinta, que iba desde la derecha hasta la izquierda.
El fin del Ejecutivo liderado por Draghi podría beneficiar sobre todo a la coalición derechista encabezada por el partido postfascista Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), liderado por Giorgia Meloni, quien según los sondeos ganaría cómodamente las elecciones.