El presunto autor de la matanza durante las celebraciones del Día Nacional en Highland Park, localidad cercana a Chicago, fue acusado este martes del asesinato en primer grado de siete personas y encara cadena perpetua de ser condenado, dijo un fiscal local.
Robert Crimo, de 21 años, fue detenido el lunes varias horas después de disparar aparentemente al azar contra la multitud que asistía al desfile del 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos.
“Habrá más cargos” en su contra, declaró a periodistas el fiscal estatal del condado de Lake, Eric Rinehart, quien informó de siete cargos por asesinato en primer grado.
“Anticipamos docenas de cargos más enfocados en cada una de las víctimas“, agregó Rinehart, quien apuntó que, si es condenado, Crimo encara cadena perpetua obligatoria sin libertad condicional.
El sospechoso usó “rifle potente similar a un AR-15” para perpetrar el ataque que planificó “durante semanas“, según Christopher Covelli, oficial de la policía de Highland Park.
“Se vistió de mujer” para ocultar su identidad y es posible que se haya puesto una peluca de cabello largo para esconder los tatuajes de su rostro, precisó. Después abandonó el arma y se mezcló con la gente que huía despavorida.
El joven disparó más de 70 veces y causó siete muertos y al menos 35 heridos, según un saldo proporcionado este martes por la policía.
Entre los muertos figuran una pareja, Irina y Kevin McCarthy, cuyo hijo de dos años, Aiden, se salvó gracias a unos habitantes que se lo llevaron a un lugar seguro.
El martes, la calle principal de este suburbio acomodado seguía bloqueada por la policía. Daba la sensación de que el tiempo se detuvo.
Un cochecito de bebé, un triciclo, unas cuantas sillas plegables abandonados en el lugar dan fe del caos generado por la huida de la muchedumbre tras los disparos del lunes.
El doctor David Baum, un médico que participó en las operaciones de rescate, fue testigo del horror: víctimas “destripadas” o acribilladas a balazos.