El poderoso movimiento armado libanés Hezbolá es un obstáculo para un acuerdo entre Líbano e Israel sobre la delimitación de su frontera marítima, declaró el nuevo primer ministro israelí, Yair Lapid.
Esta declaración se produce al día siguiente de que el ejército israelí decomisara tres drones lanzados por Hezbolá en dirección al campo de gas de Karish.
El yacimiento de Karish se encuentra en una zona de aguas disputadas entre el Líbano y Israel.
El grupo Hezbolá, enemigo jurado de Israel, tiene una influencia preponderante en el Líbano.
“Hezbolá continúa en la senda del terrorismo y lastra la capacidad del Líbano de llegar a un acuerdo sobre la frontera marítima”, afirmó Lapid, en la primera reunión de su Gabinete.
Según Lapid, Israel continuará protegiéndose, al igual que a sus ciudadanos y sus bienes.
El descubrimiento en los últimos años de reservas de gas en el este del Mediterráneo atizó las tensiones fronterizas entre los países de la zona.
Líbano e Israel, dos países vecinos que oficialmente siguen en guerra, iniciaron en octubre de 2020 negociaciones bajo patrocinio de Estados Unidos para delimitar su frontera marítima y levantar de ese modo los obstáculos a la prospección de hidrocarburos.
Pero las conversaciones se suspendieron en mayo de 2021 por divergencias sobre la superficie de la zona disputada, principalmente en el yacimiento de Karish.