El primer ministro
Abdalá Hamdok, rostro civil de la transición en Sudán,
anunció este domingo su dimisión en la televisión pública, dos meses después del golpe de Estado en el país, al que siguió una represión que dejó al menos
56 muertos.
Intenté lo mejor que pude impedir que el país se hundiera en la catástrofe, pero hoy vive un giro peligroso que amenaza su supervivencia, debido a la fragmentación de las fuerzas políticas y a los conflictos entre la parte civil y militar de la transición. Pese a todo lo que ha sido hecho para lograr un acuerdo, este no se produjo”, agregó.
Hamdok reprochó al Ejército que se firmó un acuerdo entre las fuerzas civiles y militares que incluía un compromiso de evitar “el derramamiento de sangre”.
Hemos presentado varias iniciativas que han caído en oídos sordos. Incluso tras el golpe de Estado del 25 de octubre firmamos un acuerdo marco con los militares para intentar restaurar el rumbo de la transformación democrática civil”, destacó.
También apuntó que en los dos años que llevaba en el cargo, el gobierno de transición afrontó desafíos como el aislamiento internacional, la corrupción y la deuda. Dijo que se logró “ampliar las libertades aboliendo las leyes que restringían libertades”.