La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, anunció este jueves su renuncia al cargo, menos de dos meses después de asumirlo.
Su renuncia se produce luego de enormes presiones por parte de su propio partido y tras la renuncia de al menos dos de sus más cercanos colaboradores.
La dimisión también se debe al plan económico fallido revelado por el Gobierno el mes pasado que desencadenó turbulencias financieras y una crisis política que causó el reemplazo del jefe del Tesoro, múltiples cambios de política y una ruptura de la disciplina en el gobernante Partido Conservador.
Crisis financiera
Los 45 mil millones de libras (50 mil millones de dólares) del plan en recortes de impuestos no financiados provocaron turbulencias en los mercados financieros, golpeando el valor de la libra y aumentando el costo de los préstamos del Gobierno de Reino Unido.
El Banco de Inglaterra (BoE) se vio obligado a intervenir para evitar que la crisis se extendiera a la economía en general y pusiera en riesgo los fondos de pensiones.
El lunes, el reemplazo del jefe del Tesoro, Kwasi Kwarteng, Jeremy Hunt, eliminó casi todos los recortes de impuestos de Truss, junto con su política energética emblemática y su promesa de no recortar el gasto público.
Asimsimo, dijo que el Gobierno necesitará ahorrar miles de millones de libras y que hay que tomar “muchas decisiones difíciles” antes de que establezca un plan fiscal a mediano plazo el 31 de octubre.
En declaraciones a los legisladores por primera vez desde el cambio de sentido, Truss se disculpó el miércoles y admitió que había cometido errores durante sus seis semanas en el cargo, pero insistió en que al cambiar de rumbo “asumió la responsabilidad y tomó las decisiones correctas en interés de los la estabilidad económica del país”.
Conservadores pedían a Truss su renuncia
Más temprano este jueves, muchos conservadores pedían que Truss renunciara. El legislador conservador, Simon Hoare, dijo que el Gobierno estaba en desorden.
“Nadie tiene un plan de ruta. Es todo tipo de lucha cuerpo a cuerpo en el día a día”, dijo a la BBC.
La legisladora Miriam Cates comentó que “era hora de que se vaya el primer ministro”, mientras que Steve Double lamentó que la primera ministra “no estuviera a la altura del trabajo”.
Los periódicos que suelen apoyar a los conservadores fueron mordaces. Un editorial en el Daily Mail se titulaba: “Las ruedas se han salido del coche del payaso tory”.
Por otra parte, la secretaria de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan, enviada al aire para defender al Gobierno, insistió en que la administración estaba brindando “estabilidad”, pero no pudo garantizar que Truss llevaría al partido a las próximas elecciones.