Desde la tribuna de la ONU, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, llamó a combatir a los traficantes de personas, luego de la inédita llegada de más de 10 mil migrantes a Lampedusa, cifra que supera por mucho a los apenas seis mil habitantes de esa isla.
“Creo que es deber de esta organización rechazar cualquier enfoque hipócrita de este problema y librar una guerra global, sin piedad, contra los traficantes de seres humanos”, expuso Giorgia Meloni, primera ministra de Italia.
Y agregó: “para hacerlo, necesitamos trabajar juntos en todos los niveles. Italia planea estar en la línea del frente de esta problemática”.
Meloni, que encabeza el partido radical Hermanos de Italia, llegó al cargo en parte gracias a sus promesas de reducir la inmigración.
En su intervención en la Asamblea General de la ONU, dijo que Italia el próximo año estará a la cabeza del G7 – integrado por las democracias más poderosas del planeta- por lo que está lista para liderar los esfuerzos contra “los traficantes de esclavos del tercer milenio”.
Por su parte, el continente africano culpó a Occidente de desencadenar una crisis migratoria, al saquear sus recursos naturales mediante la esclavitud y la colonización, y se unió al llamado de solidaridad mundial, para evitar que los jóvenes huyan de sus países.
“Mi país cree que las Naciones Unidas deben ir más allá de nuestro compromiso común de revitalizar la solidaridad global. Debe involucrar a los países africanos en esta búsqueda de soluciones globales a las crisis migratorias y a los desafíos existenciales que enfrentan los jóvenes del continente africano”, refirió Faustin-Archange Touadéra, presidente de República Centroafricana.