Autoridades rusas impidieron este martes a varios médicos, entre ellos el doctor personal del opositor ruso en huelga de hambre, Alexéi Navalny, acceder a la colonia penitenciaria donde el activista fue hospitalizado el lunes.
El militante anticorrupción, quien dejó de alimentarse hace tres semanas, fue llevado el lunes a una unidad carcelaria-hospital en Vladimir, gran ciudad ubicada al noreste de Moscú.
Sus familiares y sus médicos afirman desde el fin de semana que corre riesgo de muerte.
Anastasia Vasilieva, médica personal de Navalny y líder de un sindicato opositor, afirmó que no pudo reunirse con su paciente este martes, como ya ha ocurrido cada vez que intentó hacerlo desde su encarcelamiento a principios de marzo.
Es una actitud muy irrespetuosa hacia las personas que llegaron para ejercer su deber humano, el deber médico ayudar a un paciente”, comentó Anastasia Vasilieva.
Navalny tiene una muy alta concentración de potasio en la sangre y podría sufrir un paro cardíaco en cualquier momento”, señalaron los médicos.
Navalny dejó de comer el 31 de marzo en protesta por sus condiciones de detención, acusando en particular a la administración penitenciaria de rechazar su pedido de visita de un médico, en tanto sufre una doble hernia discal y pérdida de sensibilidad en brazos y piernas.
El enemigo número uno del Kremlin fue arrestado en enero al regresar a Rusia tras cinco meses de convalecencia en un hospital de Alemania por un envenenamiento del que acusa personalmente a Vladimir Putin.
Fue condenado a dos años y medio de prisión por un caso de fraude que se remonta a 2014, lo cual considera una maniobra política.
El estado de salud de Navalni es satisfactorio”, informó el lunes el servicio penitenciario.
Leonid Volkov, próximo al opositor, afirmó que fue trasladado a un campo de concentración y tortura y no a un hospital.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) consideró que este traslado es un castigo disfrazado de tratamiento médico, puesto que las autoridades se preparaban para alimentarlo a la fuerza para romper su huelga de hambre.