Internacional

Protestas contra la gestión de las inundaciones en España

Miles de personas se manifestaron en Valencia contra la gestión de las inundaciones que causaron 230 muertos.

Con gritos como “no son muertes, son asesinatos“, decenas de miles de personas volvieron a protestar este sábado en Valencia contra la gestión política de las mortíferas inundaciones que dejaron 230 fallecidos en el este de España, un mes después de la tragedia.

Tras una enorme pancarta inicial en la que se leía “Mazón, dimisión“, en referencia al presidente regional valenciano, el conservador Carlos Mazón, “cerca de 100 mil personas” marcharon por el centro de la ciudad, según datos de la Delegación del Gobierno (prefectura) en Valencia.

Tu negligencia es nuestra desgracia” o “solo el pueblo salva al pueblo” eran algunos de los lemas que se leían en esta protesta convocada por organizaciones locales y sindicales en la capital de la región más afectada por las destructivas riadas, donde hace unas semanas ya participaron 130 mil personas en otra masiva marcha.

“¿Qué falló? Incompetencia. Por eso estamos aquí, porque hay mucho incompetente al que se le está pagando” el sueldo, explicó Raquel Ferrandis, una profesora de 55 años de Paiporta, uno de los epicentros del desastre, que portaba una pancarta en memoria de la madre de una amiga fallecida durante la catástrofe.

Las lluvias torrenciales que cayeron el 29 de octubre desembocaron en un violento torrente de agua y lodo que desbordó varias localidades del oeste y el sur de Valencia, arrasando viviendas, locales y decenas de miles de autos a su paso.

La tragedia, cuyas huellas siguen todavía muy presentes un mes después, dejó 230 muertos -222 de ellos en la región valenciana- y cuatro desaparecidos, además de millonarios daños materiales.

“Estoy muy indignada”, afirmaba Maribel Peralta, una profesora de 62 años que portaba una pancarta contra el presidente regional, a quien muchos afectados acusan de falta de anticipación y competencia en la gestión de la emergencia.

“La gente que lo ha perdido todo, a ver cómo vive. La gente que ha perdido el negocio, a ver cómo vive. Las ayudas no llegan”, agregaba esta vecina de Valencia que también había acudido a la masiva primera marcha del 9 de noviembre.

En aquella protesta, celebrada en plena conmoción tras el desastre, los manifestantes ya pidieron la salida de Mazón -quien ha descartado de momento dimitir-, y lanzaron reproches igualmente a la gestión por parte del Gobierno central de Pedro Sánchez, quien también recibió críticas este sábado por no haber sido más contundente.

“Estos políticos están matando al pueblo”, podía leerse en uno de los carteles de la marcha de este sábado, que transcurrió de forma pacífica.

“Catástrofe inmensa”

En España, país muy descentralizado, las competencias en la gestión de catástrofes corresponden a las administraciones regionales, pero el Gobierno central puede poner medios e incluso asumir el control en un caso extremo.

Los damnificados reprochan al ejecutivo regional que no avisara con suficiente antelación a los ciudadanos del peligro de las lluvias torrenciales que habían arrancado ya en la mañana de aquel martes fatídico, así como la reacción tardía de las administraciones para desplegar ayuda ante la magnitud del desastre en más de 70 municipios.

“Si se hubiera avisado a la gente con tiempo, teniendo medios como tienen, esto no hubiera ocurrido. Lo demás son excusas”, valoró de su lado Juan Carlos Ribes, un funcionario de 58 años que acudió a manifestarse desde un municipio a una cincuentena de kilómetros al sur.

A las 20:11 horas, los asistentes hicieron sonar de nuevo sus celulares e irrumpieron en gritos de “asesinos, asesinos“, para recordar la hora en que las autoridades valencianas enviaron la alerta a la población para advertir del peligro, más de 12 horas después de que la Agencia Estatal de Meteorología emitiera su aviso rojo, y cuando la riada ya anegaba muchas zonas.

El viernes, al cumplirse un mes de la tragedia, en varias de estas localidades donde los vecinos siguen limpiando fango y la vida normal parece todavía muy lejana, se realizaron homenajes y concentraciones de recuerdo a las víctimas.

La catástrofe ha sido inmensa, va a costar mucho” recuperarse, lamentó desde la marcha Jordi Cervera, un técnico de 62 años, llegado de un pueblo al norte de Valencia.

Back to top button