Al disminuir las horas para hallar sobrevivientes, decrecen las esperanzas entre el pueblo turco. Las temperaturas bajo cero registradas por la noche hacen temer lo peor.
Aún así, los rescatistas trabajan hombro con hombro para hallar milagros como un hombre que estuvo 104 horas bajo los escombros. Mientras era atendido, rezaba versos del Corán.
Los campos muestran las marcas del peor sismo en muchas décadas.
“Con el pánico inicial, nadie sabía si podíamos salir de casa o si podíamos sobrevivir. Perdimos la esperanza”, expresó Mehmet Temizkan, habitante de Turquía.
Los poblados más pequeños claman por ayuda que no llega. Son las propias familias las que realizan las tareas de rescate y la recuperación de cuerpos.
La desgracia alcanza a todas las especies. Un amigo de cuatro patas espera desde hace días a su amo; junto a los escombros de lo que fue su hogar aguarda, pese a las heridas en sus patitas.
El gobierno turco dio por terminadas las labores de rescate y búsqueda en dos de las 10 provincias afectadas.
“No sabemos qué hacer. Dejemos pasar unos días… No sabemos qué haremos, no sabemos en qué nos convertiremos. Los que murieron se fueron, pero los que se quedaron… Que Dios los ayude… No hay nada que decir, la vida se acabó”, dijo Hatice Süslü, habitante de Turquía.
Y es que más de 66 mil viviendas quedaron inhabitables, 12 mil de ellas son ahora un amasijo de cemento, dolor y pérdidas.
Varios niños salvados tras el sismo en Siria y Turquía
Los equipos de rescate salvaron este viernes a varios niños entre los escombros dejados por el masivo terremoto que golpeó el lunes Siria y Turquía, uno de los más mortíferos de la región.
Los rescatistas lograron sacar a varias personas de los escombros, como en Jindires, en el noreste de Siria, donde rescataron a Moussa Hmeidi, de seis años.
En Gaziantep (sureste de Turquía), un grupo de militares españoles logró salvar también a una madre y a sus dos hijos.
La agencia Anadolu informó que en Nurdagi, en la misma provincia, una mujer embarazada de seis meses fue rescatada con vida tras pasar 115 horas bajo un amasijo de ruinas. Y una hora después, salvaron a su hija de seis años.
Y en Antakya, en el sur, se rescató a un bebé de 18 meses y su hermano, informó la cadena NTV. Una niña de tres años también fue rescatada en esa localidad, muy castigada por la catástrofe.
La situación, agravada por un frío glacial, llevó este viernes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en lucha armada contra el ejército turco desde 1984, a suspender temporalmente sus “operaciones” en Turquía.
El enfado crece en Turquía contra la respuesta del gobierno, juzgada insuficiente y tardía. El mismo presidente Recep Tayyip Erdogan reconoció “deficiencias”
El Programa Mundial de Alimentos, la agencia especializada de Naciones Unidas, reclamó 77 millones de dólares para acercar víveres a 874 mil personas afectadas por el sismo en Siria y Turquía.