Con neumáticos encendidos, alambres de púas, piedras y enormes troncos bloqueando rutas dentro y fuera de ciudades, indígenas de Ecuador arrancó semana la segunda jornada de protestas contra el Gobierno conservador de Guillermo Lasso.
Las manifestaciones, a las que se han sumado estudiantes y trabajadores, denuncian el “alto costo de la vida” en la dolarizada economía ecuatoriana, que intenta recuperarse de los efectos de la pandemia en medio de la tendencia al alza de precios alrededor del mundo.
Confederación de Nacionalidades Indígenas
Con una amplia capacidad de convocatoria, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), la mayor del país, tomó fuerza en 1990 con un histórico “levantamiento”, que logró la entrega por parte del gobierno de 2.3 millones de hectáreas de tierras a comunidades de la Amazonia y la sierra andina.
Actualmente, su brazo político Pachakutik es la segunda fuerza en el Legislativo, donde la oposición está dispersa, pero hace mayoría. Cuenta con 18 de los 137 curules.
Entre 1997 y 2005, el movimiento aborigen participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios. En 2019, encabezó violentas manifestaciones por casi dos semanas que dejaron 11 muertos y más de mil heridos.
Entonces, obligaron al entonces mandatario Lenín Moreno a dar marcha atrás en la eliminación de millonarios subsidios a los combustibles, una condición atada a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La Conaie se mantiene desde 1990 como la principal organización social del país. Tiene voz, liderazgo, capacidad de irradiar su malestar, sus reclamos y de convocar a otros sectores”, dijo Franklin Ramírez, politólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.
A las protestas, que empezaron el día 13 y han incluido el cierre intermitente de carreteras en más de la mitad de las 24 provincias de Ecuador, se han sumado estudiantes y trabajadores que realizaron marchas en Quito y chocaron con la policía.
Tras la violencia, ciudadanos, empresarios y sectores de la producción hicieron marchas por la paz el sábado en Quito.
Los indígenas representan más de un millón de los 17.7 millones de habitantes de Ecuador.
Alza de precios en combustibles
Ecuador exporta petróleo, pero importa combustibles que vende con subsidios que han demandado 2 mil 806 millones de dólares al Gobierno entre 2014 y 2022, según el ministerio de Economía.
La Conaie se opone rotundamente al alza de precios de combustibles. En poco más de un año, el Gobierno subió el galón de diésel en 90% (a 1.90 dólares) y el de gasolina corriente en 46% (a 2.55). Desde octubre pasado los precios están congelados por presión de los nativos.
Los indígenas reclaman una rebaja a 1.50 y 2.10 dólares, respectivamente.
El movimiento indígena, liderado por Leonidas Iza desde 2021, también exige una moratoria para el pago de deudas de campesinos con la banca, el control de precios agrícolas, más empleo, suspender concesiones mineras en territorios indígenas y más presupuesto para salud, educación y seguridad.
Lasso asegura que “no hay detonante” para las protestas, que considera “violentas”.
“Hay un desconocimiento de las demandas sociales. Esa frase de decir ‘no hay ningún detonante’ es desconocer la realidad, la crisis”, estimó el analista Ramírez.
Para tratar de desactivar la crisis, Lasso ordenó aumentar de 50 a 55 dólares un bono que recibe un 30% de la población más vulnerable, subsidiar hasta 50% el costo de la urea para pequeños y medianos productores y condonar créditos vencidos de hasta 3 mil dólares otorgados por el banco estatal para el fomento productivo.
También declaró en emergencia el sistema de salud pública para destinarle recursos extras y duplicó el presupuesto para la educación intercultural.
¿Quién es Leonidas Iza?
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Leonidas Iza, de 39 años, es un dirigente forjado en movimientos campesinos y en las protestas de 2019, que le ayudaron en 2021 para asumir el liderazgo indígena a nivel nacional.
De acuerdo con información de EFE, Iza Salazar nació en 1982 en la comunidad San Ignacio, en Cotopaxi, y es hijo del histórico dirigente indígena José María Iza Viracocha, quien participó de las protestas de principios de 1990
Iza fue arrestado en un operativo policial en la provincia andina de Cotopaxi, tras visitar a manifestantes atrincherados en una de las principales vías que recorren la sierra ecuatoriana, la Carretera Panamericana, en la primera jornada de movilizaciones por la carestía de la vida en el país convocadas por la Conaie.
Estudió Ingeniería en Medio Ambiente en la Universidad Técnica de Cotopaxi, acostumbra a citar a pensadores de la izquierda latinoamericana como Eduardo Galeano y ha asegurado que debe su espíritu rebelde a su progenitora Rosa Elvira Salazar.
Bajo ese influjo ganó peso en diferentes movimientos juveniles de la Iglesia Católica en el sector rural de su provincia natal hasta convertirse en 2013 dirigente del Comité Provincial de Pachakutik, brazo político de la Conaie, antes de ser electo en 2016 presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC).
Iza, un ingeniero ambiental de 39 años, demanda que el Ejecutivo cumpla los 10 pedidos de la Conaie.
“Por más mínimos que sean los resultados, son importantes porque son parte de la lucha“, expresó.
Pero Ramírez considera que no hay condiciones para que las manifestaciones se extiendan por más tiempo.
“El país está viviendo una crisis económica, la gente se empezaba a estabilizar tras la pandemia. No sé hasta qué punto las clases medias y populares apoyen el levantamiento si esto empieza a afectar los negocios“, expresó.
“Las protestas dejaron ya pérdidas por al menos 60 millones de dólares en los primeros cinco días en el sector productivo a nivel nacional”, señaló la Cámara de Comercio de Quito.
Las manifestaciones también han afectado la producción de crudo, principal rubro de exportación, y el cultivo y exportación de flores, cuarto rubro.
Protestas antigubernamentales en Ecuador
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador ya lideró varias movilizaciones que llevaron a la caída consecutiva de tres presidentes entre 1997 y 2005. En 2019, una nueva ola de manifestaciones por el aumento de precios de los combustibles dejó 11 muertos y miles de heridos en enfrentamientos con la policía.
El 13 de junio de 2022, la Conaie inició un nuevo ciclo de manifestaciones y bloqueos de carreteras para protestar contra el gobierno de Guillermo Lasso por el aumento de los precios de los combustibles y el costo de vida.
El movimiento también denuncia la falta de empleo, exige el control de los precios de los productos agrícolas y se opone al otorgamiento de concesiones mineras en territorios indígenas.
La escala de las movilizaciones es en principio limitada, de alrededor de 3 mil 800 manifestantes en todo el país, según las autoridades.
En el poder desde hace un año, Lasso ha advertido que no autorizará el bloqueo de carreteras ni la ocupación de pozos petroleros en la selva amazónica, principal exportación de Ecuador.
Las protestas continúan en al menos once de las 24 provincias de Ecuador.
El día 16 de junio se sumaron a las protestas el sector del transporte y los estudiantes. El acceso a dos de los principales mercados de abasto en la capital Quito está bloqueado, al igual que muchas carreteras en 15 provincias.
Un día después, Lasso anunció el estado de emergencia en tres provincias, incluida la de Quito.
También dispone el aumento de un subsidio de 50 a 55 dólares para “mejorar la difícil situación” de las familias más pobres, así como diversas ayudas para los agricultores.
Más temprano, el mandatario había recibido una delegación de representantes indígenas para tratar de calmar la crisis.
Los cultivadores de flores, una de las principales exportaciones de Ecuador, se quejan de que sus productos se están pudriendo.
El día 18 de junio la Conaie calificó las medidas gubernamentales de “ridículas”.
Al día siguiente, la Policía requisó la Casa de la Cultura Ecuatoriana, un centro cultural indígena en Quito, para convertirlo en una base para el control de manifestaciones.
Ya el 20 de junio, Lasso estimó que el movimiento indígena quería “sacarlo” del poder y extendió el Estado de Emergencia a tres nuevas provincias. Difunde entonces un video que muestra imágenes de manifestantes ejerciendo violencia en la calle.
Miles de indígenas inician luego una marcha pacífica hacia el centro de Quito desde el sur. Varios cientos también llegaron desde el norte a la capital.
En la noche del 20 al 21, un joven murió al caer a un barranco durante las manifestaciones y la Fiscalía decidió abrir una investigación por presunto homicidio.
“El 21 de junio, un indígena murió durante un enfrentamiento con la policía en la localidad amazónica de Puyo, tras haber manipulado un artefacto explosivo”, según las autoridades.
En la misma ciudad fue incendiada una comisaría y seis policías resultaron gravemente heridos, tres están secuestrados (por una comunidad indígena) y 18 están desaparecidos, dio a conocer el ministro del Interior, Patricio Carillo.
Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Lara, llamó a las protestas un “grave peligro” para la democracia.