El presidente ruso, Vladímir Putin, clamó venganza contra quienes este viernes encargaron el “bárbaro” atentado terrorista contra una sala de conciertos en las afueras de Moscú, en el que murieron al menos 130 personas y otras tantas resultaron heridas, el cual fue reivindicado por el Estado Islámico (EI).
En un mensaje transmitido por televisión, el mandatario ruso informó que han sido detenidas 11 personas y declaró el domingo 24 de marzo como día de luto nacional.
Puntualizó que se han tomado medidas para prevenir otros atentados en el territorio ruso, al tiempo que aseguró que a los culpables les espera un funesto destino.
“En la provincia de Moscú, y en todas las regiones del país, introdujimos medidas antiterroristas. Lo más importante ahora es prevenir nuevos ataques”, afirmó Putin.
El presidente ruso añadió “Todos los responsables serán castigados, quienquiera que sea su líder. Vamos a castigar a todos los que están detrás de esos terroristas”.
Ataque a la sala de conciertos
El ataque a la sala de conciertos Crocus City Hall en la periferia de Moscú, la noche del viernes, es el más sangriento en Rusia desde hace dos décadas, así como el más mortífero reivindicado en Europa por el grupo EI.
“Nada puede socavar nuestra voluntad, nuestra fuerza y unidad. Nadie podrá sembrar las semillas de desunión en nuestra nación”, concluyó Putin.
Hay 11 detenidos
El director del Servicio Federal de Seguridad, Alexandr Bórtnikov, confirmó la detención de 11 personas en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, de los cuales se asegura que al menos cuatro de ellos son terroristas.
De acuerdo con los servicios de seguridad rusos, los terroristas pretendían cruzar la frontera hacia Ucrania y mantenían “contactos” con representantes de ese país, aunque desde ayer, poco después de los hechos, el gobierno de Ucrania se deslindó de cualquier participación en dicho atentado.