El mundo debería enfrentar el cambio climático de la misma manera que lo hace con las armas nucleares, al aceptar un tratado de no proliferación que detenga la producción de combustibles fósiles, dijo este martes un líder de una pequeña nación insular.
La propuesta de Tuvalu se produjo cuando las naciones vulnerables presionaron por más acción y dinero en las conversaciones climáticas internacionales en Egipto, mientras que los grandes contaminadores seguían divididos sobre quién debería pagar por el daño que las emisiones industriales de gases de efecto invernadero han causado al planeta.
“Todos sabemos que la principal causa de la crisis climática son los combustibles fósiles”, dijo el primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano, a sus compañeros líderes.
El país del Pacífico se ha unido a Vanuatu y otras naciones que piden un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.
“Hace demasiado calor y hay muy poco tiempo para frenar y revertir el aumento de la temperatura. Por lo tanto, es fundamental priorizar las estrategias de acción rápida”, señaló el primer ministro de Tuvalu, Kausea Natano.
Vanuatu y Tuvalu, junto con otras naciones vulnerables, han ejercido su autoridad moral en las negociaciones, en el contexto de los recientes desastres relacionados con el clima.
La idea de un tratado de no proliferación para el carbón, petróleo y gas natural ha sido propuesta anteriormente por activistas, autoridades religiosas, incluido el Vaticano, y algunos científicos, pero el discurso de Natano le dio un mayor impulso frente a una audiencia global.
Hace un año, en las conversaciones sobre el clima en Glasgow, una propuesta de llamar a una “eliminación gradual” del carbón , el más sucio de los combustibles fósiles, se cambió en el último minuto por una demanda de India, lo que provocó la ira de pequeñas naciones insulares y algunos países vulnerables.
Desde entonces, la crisis energética mundial desencadenada por la invasión rusa de Ucrania ha provocado una lucha por parte de algunos países y empresas que buscan aprovechar nuevas fuentes de gas y petróleo.
Impuesto global sobre ganancias de corporaciones de combustibles fósiles
Las naciones vulnerables también pidieron un impuesto global sobre las ganancias de las corporaciones de combustibles fósiles que ganan miles de millones de dólares diariamente con los altísimos precios de la energía.
“Ya es hora de que estas empresas paguen un impuesto global al carbono sobre sus ganancias como fuente de financiamiento para pérdidas y daños. Los productores derrochadores de combustibles fósiles se han beneficiado de ganancias exorbitantes a expensas de la civilización humana”, comentó Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda.
La idea de un impuesto inesperado sobre las ganancias del carbono ha cobrado impulso en los últimos meses en medio de ganancias altísimas para las corporaciones de petróleo y gas, incluso cuando los consumidores luchan por pagar el costo de calentar sus hogares y llenar sus automóviles.
Por primera vez, los delegados en la conferencia climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de este año discutirán las demandas de las naciones en desarrollo de que los países más ricos y más contaminantes paguen una compensación por los daños causados por el cambio climático, lo que en las negociaciones climáticas se denomina “pérdida y daño”.
Ayuda financiera por las pérdidas ocasionadas por el clima
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, dijo que las empresas de combustibles fósiles deberían contribuir a esos fondos, que proporcionarían a los países vulnerables ayuda financiera para las pérdidas relacionadas con el clima que están sufriendo.
“Creo que este no es el lugar ahora para desarrollar reglas fiscales, sino para desarrollar conjuntamente medidas para proteger contra las consecuencias del cambio climático”, dijo a los periodistas el canciller alemán Olaf Scholz.
Si las islas pequeñas no pueden obtener un impuesto global sobre las ganancias de los combustibles fósiles, Browne de Antigua sugirió acudir a los tribunales internacionales para que los contaminadores paguen por lo que han hecho.
Los científicos del Dartmouth College calcularon los daños específicos para todos los países del mundo y cuánto fue causado por otras naciones, diciendo que funcionaría bien en los casos de tribunales internacionales.
Sequía en Somalia
Hablando en nombre de un país que ha sufrido recientemente las consecuencias del cambio climático, el presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, mencionó que su país enfrenta “una de las peores sequías de la historia moderna”.
Explicó que más de 7 millones de somalíes, o alrededor de la mitad de la población, no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias básicas debido a que la región del Cuerno de África ha sufrido dos años de escasez de lluvias.
La sequía ha matado a miles de personas, muchos de ellos niños. También está remodelando el paisaje de Somalia, ya que el país lucha contra una de las tasas de urbanización más rápidas del mundo, ya que muchas personas huyen de las zonas secas.
Inundaciones catastróficas en Pakistán
Por su parte, el primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif, les dijo a sus colegas líderes cómo su país fue golpeado por inundaciones catastróficas en los últimos meses que afectaron a 33 millones de personas y causaron daños económicos por más de 30 mil millones de dólares.
“Todo esto sucedió a pesar de nuestras huellas de carbono muy bajas. Por supuesto que fue un desastre provocado por el hombre”, explicó.
Asimsimo, Sharif pidió apoyo financiero adicional para su país y otros que sufren los efectos del cambio climático y dijo que el dinero para ayudar a Pakistán a reconstruirse después de las inundaciones debería sumarse a otras ayudas y no en forma de préstamos.
Presión sobre China
Hasta ahora, China ha insistido en que no se le puede exigir los mismos estándares que las economías desarrolladas como Estados Unidos o Europa porque todavía está sacando a millones de sus ciudadanos de la pobreza, pero existe una creciente presión sobre Beijing para que intensifique sus esfuerzos climáticos dada su enorme influencia económica.
Jochen Flasbarth, un alto funcionario alemán y negociador climático, dijo que China sólo cumple formalmente con los criterios de un país en desarrollo.
“En verdad es el mayor emisor a nivel mundial y también es una economía extremadamente próspera, es por eso que esperamos que China asuma más responsabilidad, a nivel nacional e internacional”, señaló.