Tras 20 años de haber ganado sus primeras elecciones para presidente en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva aspira a colgarse una vez más la banda presidencial, por lo que se embarcó junto con el actual mandatario, Jair Bolsonaro, en una batalla feroz a fin de recaudar el máximo de votos.
El expresidente, según medios internacionales, marcha frente a Bolsonaro rumbo al balotaje presidencial el próximo 30 de octubre en Brasil. Prueba de ello, es que Lula reunió en la primera vuelta 48.43% de los votos y Bolsonaro 43.20%.
¿Quién es Lula?
Nacido en una casa de barro y palos a las afueras de Caetés, Lula da Silva disfrutó de su infancia junto a sus ocho hermanos. Sus padres eran agricultores que no podían escribir ni leer (Aristides Inácio da Silva y Eurídice Ferreira de Melo).
Por ello, Lula trabajó como limpiabotas, ayudante de tintorería y vendedor ambulante, a la par que continuaba con sus estudios.
Más tarde, viajó con su madre y hermano hacia Sao Paulo, a fin de establecerse en la principal ciudad de Brasil. A los 14 años, tuvo que dejar la escuela debido a la separación de sus padres y la situación económica de su familia, como resultado se vio obligado a trabajar 12 horas diarias en una planta de producción de tornillos.
No obstante, Lula buscó las formas de seguir adquiriendo conocimiento. Es así como tomó un curso de torneo mecánico por el Servicio Nacional de Industria (SENAI) y después trabajó en las Industrias Villares en 1966.
Más adelante, su hermano mayor, Frei Chico, fue arrestado y torturado por militares, por lo que se inició un sindicato en estas industrias.
Huelgas de obreros
A partir de entonces, Lula participó de forma activa de la vida sindical, repartiendo boletines políticos y defendiendo los derechos de los trabajadores. De esta forma, fue elegido director del Departamento de Protección Social del sindicato en 1972 y en 1975 ascendió a la presidencia. En 1978, fue reelegido para el mismo cargo.
Asimismo, fundó el Partido de los Trabajadores (PT, socialista) y fue uno de los principales organizadores de una de las mayores huelgas durante la dictadura militar del 64, que pusieron el fin al régimen y aceleraron su caída.
El Golpe Militar en Brasil de 1964 fue contra el presidente João Goulart por militares brasileños. Lo anterior, instauró una dictadura militar encabezada por Humberto de Alencar Castelo Branco y finalizado con la victoria electoral del Movimiento Democrático Brasileño, asumiendo José Sarney como primer presidente civil en marzo de 1985.
En 1980, Lula fue el principal dirigente de una huelga de 41 días en la que participaron alrededor de 300 mil trabajadores, hecho por el que casi fue encarcelado. Seis años después, Lula se integró como diputado e instauró la Asamblea Constituyente que restableció la votación libre del presidente en Brasil.
Camino a la presidencia
En 1989, Lula se lanzó como candidato a la presidencia de Brasil liderando todas las encuestas hasta semanas antes de la elección. Las elecciones acabaron siendo ganadas por Fernando Collor de Melo, quien dimitió a su cargo en 1992 por corrupción activa con el empresario y secretario de campaña, Paulo César Farias.
En 1994, Lula volvió a presentarse como candidato y fue nuevamente derrotado, esta vez por el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Fernando Henrique Cardoso. En 1998, se presentaría nuevamente a la presidencia sin llegar a ganar, siendo derrotado de nueva cuenta por Fernando Henrique Cardoso, quien gobernaría hasta el primero de enero de 2003.
Primera candidatura
En 2002, fue elegido por fin presidente derrotando a José Serra, del PSDB, y asumió la presidencia el primero de enero de 2003.
En su gestión, se opuso a mantener un modelo económico similar al de su predecesor Henrique Cardoso, por lo que obtuvo resultados económicos positivos como la baja inflación, alta tasa de crecimiento de Producto Interno Bruto (PIB), reducción del desempleo, mayor división de ingresos y aumentos en la balanza comercial.
Su gestión también destacó por el incentivo de las exportaciones y la creación de microcréditos, pero lo más relevante fue liquidar anticipadamente el pago de las deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
Asimismo, fortaleció el mercado interno por medio del aumento en los salarios, la diversificación de los créditos, buscó el liderazgo entre los países en desarrollo más importantes y hacer frente a los más ricos, por lo que viajó a más de 80 países.
Además, puso en marcha el programa “Fome Zero” (“Hambre Cero”), que permitía a las familias acceder a los alimentos básicos a través de la asistencia social.
También se pronunció a favor de legalizar el aborto, apoyó la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, aumentó el porcentaje en distintos niveles de escolarización, desarrolló el Plan Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo y disminuyó la tendencia de deforestación.
Segundo periodo
En 2007, comenzó su segundo período como presidente hasta 2010, cuando Brasil se convirtió en la sexta economía mundial.
Sin embargo, en 2016, fue arrestado y su casa fue allanada en la causa que investiga a Petrobras Brasileiro (es una empresa petrolera brasileña semipública de propiedad mixta y con participación extranjera privada) por corrupción desde hacía varios meses.
Este hecho se presentó en el marco de la operación anticorrupción Lava Jato, liderada por el juez Sérgio Moro.
Este caso de corrupción está relacionado con los sobornos a políticos y empresarios usando recursos de Petrobras; sin embargo, la presidenta Dilma Rousseff lo nombró ministro de la Casa Civil, equivalente a primer ministro.
Ante ello, los detractores de Lula presumen que fue una estrategia para evitar que Lula llegara a la cárcel debido a la inmunidad que ofrecía la posición de ministro. El nombramiento fue suspendido por el magistrado del Supremo Tribunal Federal, Itagiba Catta Preta Neto.
El expresidente de Brasil fue sentenciado a más de 20 años de prisión por cargos de corrupción. Las condenas parecían poner fin a su carrera histórica.
Prisión y libertad
En 2019, una investigación de la revista The Intercept reveló la filtración de documentos, conversaciones e intercambio de opiniones entre el exjuez Sergio Moro (a quien el presidente Jair Bolsonaro nombró ministro de Justicia) y los fiscales de las causas que incriminaban a Lula.
En esas conversaciones, Moro ordenó a los fiscales que encarcelaran a Lula da Silva mediante su incriminación en el escándalo Lava Jato. Sin embargo, el 3 de julio de 2019, la Justicia de Brasil lo declaró inocente por unanimidad en una de las 10 causas que se armaron en su contra.
Un poco después, en noviembre del mismo año, la Corte Suprema de Brasil decidió que el encarcelamiento de Lula da Silva había sido inconstitucional, por lo que ordenó su liberación.
Hoy, Lula es el hombre conocido como un “león de la izquierda” que desea acceder a un tercer periodo como presidente de Brasil.