El domingo pasado falleció en un accidente de helicóptero, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, cuando regresaba de inaugurar una presa en la frontera con Azerbaiyán.
En el percance que ha conmocionado a Medio Oriente, falleció también el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, junto con otros altos mandos.
Las autoridades de aquel país ya realizan una investigación sobre este lamentable hecho, sin embargo, mientras todo se aclara, la pregunta que ronda al país entero es, ¿quién será el sucesor del presidente Raisi?
Irán celebrará elecciones presidenciales
Tras la muerte del presidente, hubo decisiones que se tomaron casi de manera inmediata, como la designación del presidente interino, pues el país no podía quedar acéfalo.
El líder supremo, el ayatola Alí Jamenei, anunció el nombramiento del hasta entonces vicepresidente iraní, Mohammad Mokhber, como mandatario interino. Se espera que ejerza el cargo hasta que se realicen las elecciones programadas para el 28 de junio.
Sara Bazoobandi, experta en Irán del think tank Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales de Hamburgo, ha señalado que aunque los comicios se celebren dentro del plazo establecido de 50 días “no serán unas elecciones legítimas; se celebrarán unas elecciones farsa”.
Retos geopolíticos y económicos en Irán
Para nadie es un secreto que muchos iraníes se enfrentan a dificultades económicas, con una inflación superior al 50%, el aumento de los precios de los servicios públicos, los alimentos y la vivienda, así como la caída de su moneda, el rial.
El difícil panorama iraní podría contribuir a que la población se desencante aún más del sistema, lo que haría que la ciudadanía no tuviera la participación deseada en las elecciones.
“No confían en el régimen y tienen pocas esperanzas de cambio. Muchos ciudadanos asumen que el resultado ya se conoce antes de las elecciones. No se puede descartar que el actual vicepresidente tome el relevo”, advierte Bazoobandi.
Hay expertos que señalan, incluso, que el país podría enfrentarse a una crisis de sucesión, pues en la cultura política conspirativa de Irán, pocos creerán que la muerte de Raisi fue accidental.
Protestas e incertidumbre en Irán
El ayatola Alí Jamenei no había designado a su sucesor, pero los analistas iraníes destacaban que el presidente Raisi era uno de los nombres más mencionados. El otro es Mojtaba Jamenei, uno de los hijos del líder supremo.
Hay quienes han manifestado su preocupación por el hecho de que el cargo se quede en un miembro de la familia, incluso creen que una decisión así sería rechazada por amplios sectores de la población.
“El nombramiento de Mojtaba Jamenei como líder supremo podría desencadenar disturbios populares. Su falta de legitimidad y popularidad significa que dependería totalmente de la Guardia Revolucionaria para mantener el orden. Esto podría acelerar la transición del régimen a un gobierno militar o su posible colapso”, consideró Karim Sadjadpour, experto en Irán de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.
Por su parte, Bazoobandi cree improbable que haya nuevas protestas masivas en el país, pues “el régimen aplastó las protestas que siguieron a la muerte de Jina Mahsa Amini hace dos años con tal brutalidad que la población opositora está en ampliamente decepcionada”. Añadió que no habrá ningún cambio de rumbo bajo el nuevo presidente interino.
“Raisi recibía instrucciones de Jamenei. Era una marioneta. Y no será significativamente diferente con el próximo presidente”, puntualizó.