En una entrevista publicada el miércoles, el papa de 86 años dijo que ser homosexual “no es delito (…) pero es pecado”.
En la misiva publicada el sábado y que fue escrita a un sacerdote jesuita, Francisco apuntó que en la entrevista quiso “aclarar que [la homosexualidad] no es delito, para subrayar que toda criminalización no es buena ni justa”.
“Cuando dije que es pecado, simplemente me referí a la enseñanza de la moral católica que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es pecado”, escribió.
El pontífice argentino respondió así a una carta del sacerdote estadounidense James Martin, que pidió una aclaración sobre los comentarios que el papa hizo durante la entrevista con la agencia de noticias Associated Press.
El tema de la homosexualidad ha provocado una fuerte división en la Iglesia católica entre modernistas y conservadores.
La carta de Francisco fue escrita en español y publicada por el sitio web Outreach, un sitio católico LGBTQ del que Martin es editor.
“A quien quiera criminalizar la homosexualidad le diría que está equivocado”, escribió el papa.
En la entrevista con AP, Francisco dijo que ser homosexual “no es un delito“.
“No es un delito. Sí, pero es pecado”, afirmó. “Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo”, añadió.
En la misiva a Martin, Francisco explicó que sus declaraciones sobre el “pecado” se referían a la enseñanza de la moral católica.
Escribió: “Cuando dije que es pecado, simplemente me referí a la enseñanza de la moral católica que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es pecado“.
“Por supuesto que hay que tener en cuenta las circunstancias que disminuyen o anulan la culpa”, prosiguió.
Agregó: “Como ves, estaba repitiendo una cosa general. Tendría que haber dicho ‘es pecado como lo es todo acto sexual fuera del matrimonio“.
Francisco inicia la próxima semana un viaje a África, donde la criminalización de la homosexualidad es común.
El Papa tiene previsto visitar la República Democrática del Congo y Sudán del Sur durante una visita de seis días al continente.
Aunque Francisco ha recibido a homosexuales y ha dado instrucciones para que se les dé una acogida benévola dentro de la Iglesia, se mantiene en línea con la doctrina católica sobre el matrimonio, que corresponde a la unión de un hombre y una mujer.