Es probable que las escapadas a sitios ecológicos de Costa Rica, de renombre internacional, sufran un segundo año de costosa recuperación turística a medida que la propagación de la pandemia se intensifica en la nación centroamericana, lo que golpea aún más al sector turístico clave.
En medio de un aumento repentino de las infecciones por COVID-19 en abril, las camas de hospital son escasas en el país tropical.
Su tasa de infección superó la semana pasada incluso a la India y Brasil, afectados por la tragedia, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Dada la falta de pruebas generalizadas, las cifras reales podrían ser incluso peores.
Los hoteleros de Costa Rica y otras empresas de viajes esperaban que los viajeros cada vez más vacunados de los principales mercados de América del Norte y Europa inyecctaran efectivo para la industria después de las visitas récord el año pasado, pero eso ya no parece probable.
Anticipamos un año mucho peor que el 2020″, dijo Shirley Calvo, directora de la cámara empresarial de turismo.
Si no hay ayuda del gobierno, tendremos un cementerio de empresas para fines de este año”, agregó.
El sector turístico de Costa Rica en la etapa prepandémica de 2019 se estimó en alrededor de 5 mil millones o de 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El banco central pronostica que menos de 800 mil turistas extranjeros visitarán Costa Rica este año, lo que marcaría una caída de más de 20% con respecto al año pasado.
Y el año pasado vio solo un tercio de los viajeros internacionales que visitaron en 2019 o alrededor de 1.01 millones, que fue la menor cantidad en más de dos décadas.
Durante los primeros tres meses de este año, que suele ser temporada alta, las visitas se redujeron 76% en comparación con el mismo período del año pasado, ya que los viajeros cansados del encierro con dinero para gastar resistieron la tentación de vacacionar entre la vida salvaje vibrante y prístina del país.
El ministro de Turismo, Gustavo Segura, reconoció un empeoramiento del escenario.
Confiamos en que pronto podremos controlar la situación de nuestra población, pero no podemos negar que algunas personas decidirán posponer las visitas”, dijo Gustavo Segura.
Argumentó que el famoso ecoturismo del país promueve naturalmente el distanciamiento social al aire libre y presentó los altos estándares de higiene del sector de los viajes.
Para reforzar su punto, el ministro señaló datos oficiales de los primeros cuatro meses del año que muestran que menos de 1% de los turistas dieron positivo por COVID-19 al salir del país.
Aun así, el Gobierno de Estados Unidos emitió una nueva advertencia de viaje para Costa Rica el 20 de abril, citando un “nivel muy alto” de infecciones.
Las autoridades locales respondieron ordenando nuevas restricciones a las actividades y algunos negocios durante la primera semana de mayo, pero al mismo tiempo eximieron a los hoteles, las playas y la mayoría de los parques nacionales con la esperanza de incitar a los viajeros reacios.
Pero esos movimientos favorables a los turistas aún tienen que detener la hemorragia, dijo Rolando Campos, jefe local de ventas de Swiss Travel y propietario de un hotel boutique en las montañas de Naranjo, a unas 30 millas, al noroeste de la capital.
Cuatro grupos de entre 20 y 30 personas de Estados Unidos vendrían en junio, pero ya cancelaron sus viajes”, señaló.
Creemos que esta información puede interesarte: Colisionan dos barcos en Bangladesh; hay al menos 26 muertos, COVAX firma acuerdo con Moderna por 500 millones de vacunas anticovid y Cafés y restaurantes de Grecia reabren tras seis meses de cierre