Cada día, es el más letal en la Franja de Gaza, por los bombardeos israelíes, más cuerpos sin vida son sacados de entre los escombros. Los misiles no distinguen sexo, edad, parentescos ni profesiones, como este periodista que abrazó el cadáver de su hijo.
Los ataques, dirigidos sólo a objetivos militares, según Israel, destruyen más casas, mezquitas y hospitales. Cada día cientos resultan heridos y miles de personas intentan sobrevivir.
“No queremos guerra, queremos que termine, estamos tan cansados, estamos literalmente abrumados. Hacemos largas colas sólo para usar los baños. Ni siquiera tenemos derechos básicos. Somos más como cuerpos sin vida”, dijo Hadeel Al-Najjar, desplazada de Gaza.
En la última jornada, Israel informó que lanzó una ofensiva a gran escala contra cientos de objetivos militares y gubernamentales en Gaza.
Y en las últimas 24 horas, murieron 756 palestinos en Gaza, 350 eran niños.
Algunos habitantes de esa zona usan pulseras que ayuden a su identificación y la de sus familiares, en caso de que la fuerza de los ataques los alcance.
Así evitan, además, que los cuerpos sean identificados con un número, en lugar de un nombre, y sean enviados a una fosa común.
A esa crisis se suma la declaratoria de “colapso total” del sistema de salud en Gaza, por la falta de combustibles.
Las instituciones sanitarias dejaron de funcionar, 12 hospitales cerraron y los que siguen abiertos no pueden ofrecer servicio.
Varias gasolineras también cerraron este miércoles por falta de combustible, que Israel impide que llegue al enclave palestino.
“Si el combustible no entra a Gaza hoy o mañana, Gaza se verá sumida en un gran desastre”, dijo el taxista Ibrahim Namla.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar impactado por la forma en que fueron tergiversadas sus declaraciones del martes, en el Consejo de Seguridad. Esto fue lo que dijo ayer:
“También es importante reconocer que los atentados de Hamás no se produjeron en el vacío. El pueblo palestino lleva 56 años sometido a una ocupación asfixiante”.
Y este miércoles, aclaró sus intenciones.
“Estoy muy sorprendido por las interpretaciones erróneas que algunos han hecho de mi declaración de ayer en el Consejo de Seguridad, como si estuviera justificando los actos de terror de Hamás. Esto es falso”, señaló Guterres.
Tras las declaraciones de Guterres en el consejo de seguridad, Israel pidió su renuncia y negó visas a representantes de la ONU, para, dijo, “darles una lección”.
Desde Tel Aviv, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, pidió una vez más a los habitantes del norte de Gaza dirigirse al sur para salvar sus vidas.
“Nos estamos preparando para una incursión terrestre. No detallaré cuándo, cómo y cuánto, ni el conjunto de consideraciones que tendremos en cuenta”, puntualizó Netanyahu.
Este miércoles, Israel fue atacado por Hamás, sin reportes de heridos o muertos.
En tanto, las autoridades israelitas acusaron a una rehén liberada por Hamás el lunes pasado, de perjudicar los intereses del país y los esfuerzos internacionales para liberar a otros 200 secuestrados.
Esto luego que la mujer de 85 años declaró que la organización islamista la trató “bien”, le dieron comida y medicamentos.