Un total de 30 afganos que trabajaron como traductores para el ejército británico y que temen represalias de los talibanes, llegaron al Reino Unido, informaron activistas que defienden sus derechos.
El grupo aterrizó el martes por la noche en Birmingham y deberá someterse a una cuarentena en virtud de las restricciones anticovid, precisó la ONG Suhla Alliance, que defiende los derechos de los afganos que colaboraron como traductores con las tropas británicas.
El gobierno se negó a comentar esta información, alegando cuestiones de seguridad.
A finales de mayo, Londres anunció que iba a acelerar la reubicación del personal afgano que colaboró con sus tropas, prometiendo repatriar prioritariamente a cualquier empleado que se sintiera amenazado y aunque ya hubiese dejado de trabajar para el Reino Unido.
En 20 años de conflicto, Reino Unido acogió en su territorio a mil 300 afganos que colaboraron con sus hombres en aquel país.
Al anunciar el programa, que se estima podría beneficiar a 3 mil colaboradores, la ministra del Interior Priti Patel explicó que el Reino Unido tenía el “deber moral” de recibirlos debido a los riesgos asumidos en la lucha contra el terrorismo.
Los traductores recibirán apoyo durante cuatro meses, después de lo cual las dificultades comienzan”, advirtió el coronel retirado Simon Diggins, ex agregado militar británico en Kabul y que hoy milita en Sulha Alliance.
Los miles de intérpretes afganos que trabajaron para los ejércitos de los países miembros de la OTAN llevan mucho tiempo pidiendo ser reubicados por temor a las represalias de los talibanes.
En dos décadas de guerra, decenas de intérpretes fueron asesinados o torturados por grupos islamistas.
Según activistas muchos de estos ex empleados locales son olvidados por las normas dispares de los diferentes países que los contrataron.