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Reino Unido aumenta impuesto a los beneficios extraordinarios del sector energético

El jefe del Tesoro de Reino Unido, Jeremy Hunt, indicó que este impuesto aumentará de 25 a 35% desde enero de 2024 hasta marzo de 2028.

El jefe del Tesoro de Reino Unido, Jeremy Hunt, dijo que aumentará el impuesto a las ganancias inesperadas sobre los beneficios de las compañías de petróleo y gas natural al anunciar un presupuesto de emergencia destinado a restaurar la credibilidad económica de la nación y reparar sus maltrechas finanzas.

En ese sentido, Hunt indicó que este impuesto aumentará de 25 a 35% desde enero de 2024 hasta marzo de 2028 y que los generadores de electricidad tendrán que pagar un nuevo gravamen temporal de 45%. De esta manera, los impuestos combinados recaudarían 14 mil millones de libras el próximo año.

Compañías de energía como BP y Shell, con sede en Londres, han reportado enormes ganancias en los últimos meses debido a que la guerra de Rusia en Ucrania hace subir los precios de la energía en todo el mundo.

El Gobierno de Gran Bretaña se ha enfrentado a presiones para aumentar los impuestos a las compañías de petróleo y gas para ayudar a financiar el apoyo a millones de británicos que luchan para hacer frente a los precios de la energía en alza.

El primer ministro, Rishi Sunak, exjefe del Tesoro, introdujo un impuesto de 25% sobre las ganancias energéticas a principios de este año, pero se limitó a las ganancias obtenidas de la extracción de petróleo y gas de Reino Unido.

“La declaración de hoy ayudará a brindar la estabilidad a largo plazo que este país necesita”, prometió Sunak en un video promocional publicado antes de la declaración.

Asimsimo, Hunt esperaba anunciar 30 mil millones de libras (36 mil millones de dólares) en recortes de gastos y 24 mil millones de libras en aumentos de impuestos, informaron medios británicos.

El Gobierno también puede retrasar los planes para elevar los umbrales para tramos de impuestos sobre la renta más altos. Eso aumentaría los ingresos de los contribuyentes individuales a medida que sus tramos salariales aumentan con la inflación.

La declaración del presupuesto de emergencia tiene como objetivo restaurar la credibilidad financiera y política del Gobierno después de que la exprimera ministra, Liz Truss, anunciara 45 mil millones de libras (53 mil millones de dólares) en recortes de impuestos no financiados que torpedearon la confianza de los inversionistas.

El Gobierno y las dificultades para cumplir con todas las demandas

“El Gobierno tendrá dificultades para cumplir con todas las demandas en competencia”, dijo Torsten Bell, director ejecutivo de Resolution Foundation, un grupo de expertos que busca mejorar el nivel de vida de las personas de ingresos bajos y medios.

El presupuesto se presenta en un contexto sombrío, con la guerra en Ucrania, las réplicas de la pandemia de COVID-19 y las tensiones económicas de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) que pesan sobre la economía de Reino Unido.

Además, la producción económica se contrajo 0.2% en el tercer trimestre y el Banco de Inglaterra (BoE)  pronosticó una recesión que podría durar hasta dos años.

El Gobierno también está pagando el precio de los recortes de impuestos no financiados anunciados por Truss, que dañaron la reputación de disciplina financiera de Gran Bretaña y aumentaron los costos de endeudamiento del Gobierno.

Hunt y Sunak, quienes reemplazaron a Truss como líder del Partido Conservador y primer ministro el mes pasado, revirtieron la mayoría de las políticas de Truss y prometieron que el Gobierno pagará sus cuentas y comenzará a reducir las deudas acumuladas en los últimos 15 años.

La deuda pública de Reino Unido se disparó a casi 83% de la producción económica en 2017 desde menos de 36% en 2007 cuando el Gobierno rescató a los bancos y luchó por impulsar la economía.

Una década de ajuste presupuestario había comenzado a reducir la carga cuando la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania llevaron la deuda a 98% del Producto Interno Bruto (PIB).

Ese es el más alto desde 1963, cuando Gran Bretaña aún se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial.

 

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