Reino Unido, confrontado a una propagación fulgurante de la
variante Ómicron, registró este viernes más de 122 mil nuevos casos de
COVID-19, otro máximo histórico desde el inicio de la pandemia. El país, uno de los más golpeados por el virus en Europa, consignó asimismo
137 fallecidos en 24 horas, que llevan el total a 147mil 857, así como mil 171 ingresos hospitalarios, marcando una aceleración incluso si este dato, por el momento, no ha variado mucho. Cada nación de Reino Unido tiene competencias propias en
materia sanitaria. Medidas sanitarias
Por el momento, Gales, Irlanda del Norte y Escocia han anunciado un endurecimiento de las restricciones que entrarán en vigor después de
Navidad. En cuanto a Inglaterra, el gobierno de
Boris Johnson se resiste a imponer medidas suplementarias, apoyándose en estudios que muestran un riesgo de hospitalización más bajo con Ómicron que con la variante Delta, dominante hasta hace poco. Los expertos, no obstante, temen que pese a un menor riesgo de casos graves, el número de
contagios sea tan elevado que cree demasiada presión en el sistema hospitalario. Calificando estos estudios como “un rayo de esperanza por Navidad”, la directora de la Agencia Británica de Seguridad Sanitaria,
Jenny Harries, dijo que las autoridades tienen en cuenta en sus decisiones el impacto de la pandemia en los hospitales pero también en la sociedad en su conjunto, especialmente en la mano de obra. En
Londres, hace una semana, se estimaba que una persona de cada 20 ya tenía COVID-19, lo cual está afectando a muchos sectores económicos, debido al cierre de empresas y anulaciones en el transporte.