Reino Unido sumó cinco días de violentas protestas de extrema derecha, las peores en 13 años. Iniciaron cuando en redes sociales se difundió información falsa sobre el atacante a una escuela de baile, en Southport, al norte de Inglaterra.
Tres niñas que asistían a clases murieron apuñaladas y otras ocho fueron heridas. La versión en redes culpaba a un migrante islamista del asesinato, aunque la policía había reportado que el agresor era un británico de 17 años.
Convocados por la extrema derecha, grupos antiinmigrantes y antiislamistas atacaron dos hoteles que albergaban a solicitantes de asilo en Rotherham y Tamworth.
En otras ciudades, atacaron mezquitas, saquearon comercios y se enfrentaron a policías antidistrubios. Por estos hechos, al menos 370 personas han sido detenidas.
Este lunes, el primer ministro, Keir Starmer, convocó a una reunión con su gabinete de crisis y prometió condenas rápidas para sofocar los disturbios.
“Reforzaremos la justicia penal. Ya ha habido cientos de detenciones. Algunos comparecieron ante el tribunal esta mañana. He pedido que se nombre e identifique cuanto antes a los implicados en el proceso, que sentirán todo el peso de la ley”, externó el primer ministro.
A través de redes sociales, el primer ministro laborista, Keir Starmer, dijo que no se trata de protestas sino de violencia pura y que no se tolerará ataques a mezquitas ni a las comunidades musulmanas, además de que, dijo, intensificará la justicia penal.
This is not protest, it is pure violence.
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) August 5, 2024
We will have a standing army of public duty officers.
We will ramp up criminal justice.
We will apply criminal law online as well as offline.
We will not tolerate attacks on mosques or on Muslim communities. pic.twitter.com/C1SmjJjo4R