La reserva de vacunas contra el coronavirus ya estaba agotada cuando la administración de Trump prometió liberarla, frustrando las esperanzas de un acceso ampliado, comentaron funcionarios estatales y federales informados sobre los planes de distribución, según informó The Washington Post.
Señalaron que cuando el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, anunció esta semana que el Gobierno comenzaría a liberar dosis de la vacuna contra el coronavirus mantenidas en reserva para las segundas inyecciones, no existían.
Además, dijeron que la administración de Trump ya había comenzado a enviar lo que estaba disponible a partir de fines de diciembre, tomando segundas dosis directamente de la línea de fabricación.
Por ello, los funcionarios de salud de la Unión Americana, que habían anticipado que su suministro de vacunas limitado se duplicaría a partir de la próxima semana se enfrentan a la realidad de que sus asignaciones no aumentarán de inmediato.
Así, los funcionarios de salud de algunas ciudades y estados fueron informados en los últimos días sobre la realidad de la situación, mientras que otros aún no saben.
Debido a que ambas vacunas autorizadas para uso de emergencia en los Estados Unidos son regímenes de dos dosis, la política inicial de la administración Trump fue retener las segundas dosis para protegerse contra la posibilidad de interrupciones en la fabricación.
Pero, según los funcionarios, ese enfoque cambió en las últimas semanas.
Este cambio, indicaron los funcionarios, tuvo que ver con una mayor confianza en la cadena de suministro, por lo que los líderes de Operation Warp Speed estaban seguros de que podían anticipar de manera confiable la disponibilidad de dosis para inyecciones de refuerzo, necesarias tres semanas después en el caso de Pfizer/BioNTech y cuatro semanas después para la de Moderna.
Este jueves, Estados Unidos reportó 3 mil 300 muertes diarias en la última semana, después de registrar este martes otro récord de fallecimientos en un día, 4 mil 327.
El promedio diario de los últimos siete días significa un aumento del 217% desde mediados de noviembre, de acuerdo con la misma fuente, cuyas cifras también apuntan a que los cinco picos más altos de fallecimientos desde el inicio de la pandemia se han registrado en las primeras semanas de 2021.
Además, si bien al inicio de la pandemia el epicentro en Estados Unidos se situó en Nueva York, en los últimos meses el estado más afectado ha sido California, tanto en número de contagios como de muertes.
Aproximadamente, según datos oficiales, 13.5% de los diagnósticos en ese estado son ahora positivos, lo que se traduce en más de 43 mil casos diarios.