Internacional

Rey Carlos III es nombrado monarca en Australia, Nueva Zelanda y Canadá

Los gobiernos de los tres países celebraron actos frente a sus respectivos parlamentos.

Este domingo, 11 de septiembre, el rey Carlos III de Inglaterra fue nombrado formalmente monarca de Australia y Nueva Zelanda mediante ceremonias oficiadas por las autoridades locales.


En Canberra, capital de Australia, el gobernador general David Hurley proclamó a Carlos III como rey de Australia “por la gracia de Dios”.

“Su Majestad (Isabel II) fue la única monarca reinante que visitó Australia y quedó claro desde su primer viaje que tenía un lugar especial en nuestros corazones”, apuntó el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en un comunicado al indicar que el país celebrará el 22 de septiembre un día de luto nacional.

Además de los representantes del Gobierno, a la ceremonia de la capital australiana también acudieron representantes de la minoría aborigen que realizaron cánticos y el ritual del fuego en honor del nuevo monarca.

Aún en este contexto hay quienes tienen sus reservas acerca de ser parte de la corona británica.

“Aún no es el momento de hablar” de República en Australia. Es lo que piensa, por ahora, el primer ministro de Australia quien antes de llegar al poder en mayo, manifestaba su deseo de que el país dejase de ser una monarquía constitucional. 

El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha destacado: “Bueno, mis opiniones al respecto, por supuesto, son bien conocidas y están bien documentadas. Pero ahora no es el momento de hablar de nuestro sistema de Gobierno. Ahora es el momento de rendir homenaje a la vida de la Reina Isabel, una vida bien vivida. Hoy estaremos, por supuesto, conmemorando la Proclamación del Rey Carlos III como Jefe de Estado de Australia. Ese es el sistema de Gobierno que tenemos. Es algo que como Primer Ministro australiano tengo que respetar”.

En una ceremonia similar en Wellington, capital de Nueva Zelanda, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, alabó al nuevo monarca por su “afecto” al país y haber “demostrado de manera consistente su aprecio profundo por nuestra nación”.

FOTO: SCREEN EURONEWS

Un día antes, el sábado 10 de septiembre, Carlos III fue proclamado oficialmente nuevo monarca de Canadá al asumir el cargo de rey del Reino Unido tras el fallecimiento su madre, Isabel II. 

La gobernadora general de Canadá, Mary Simon, que actúa como jefa de Estado del país en representación del monarca británico, se reunió este sábado con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para firmar la proclamación.

Después de que Simon y Trudeau firmaron el documento en Ottawa oficializando el cargo de Carlos III, la proclamación fue leída en voz alta y se procedió a un saludo protocolario con 21 salvas.  La proclamación señala que “su real alteza el príncipe Charles Phillip Arhtur George es ahora, tras la muerte de nuestra última soberana, el rey Carlos III, por la gracia de Dios, del Reino Unido, Canadá y sus otros dominios y territorios”.

La proclamación concluyó con el clásico “larga vida al rey”

La Mancomunidad de Naciones

Hacia finales del siglo XIX, el Imperio Británico estaba en su apogeo, cubriendo una quinta parte del mundo. La posesiones de la corona británica se extendían desde Hong Kong hasta el Caribe, además de territorios en África y América.

La Mancomunidad de Naciones nació de la disolución de éste.

Desde 1864, Canadá comenzó su camino hacia la independencia, pues los tres territorios, que actualmente forman parte de este país de América del NorteNueva EscociaNuevo Brunswick y Canadá, temían una agresión de Estados Unidos, por lo que mostraron interés en establecer sus propias fuerzas de defensa, además de buscar el libre comercio con su vecino del sur.

Con la intención de evitar la revolución, Gran Bretaña aceptó las condiciones de sus colonos en 1867; sin embargo, no renunció al control del territorio. Tras convertirse en un dominio británico, Canadá ganó el derecho a gobernarse a sí misma, aunque sus leyes seguirían estando sujetas a supervisión británica.

Durante los años siguientes, colonias predominantemente blancas; como Australia, Nueva Zelanda, Terranova, Sudáfrica y el Estado Libre de Irlanda (actual República de Irlanda), se convirtieron en dominios británicos.

Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña y los dominios acordaron que todos serían iguales en estatus: “unidos por una lealtad común a la Corona”.

Fue la declaración oficial de este acuerdo, el Estatuto de Westminster, el que dio paso a la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).

La Commonwealth evolucionaría hacia su forma más moderna gracias al movimiento liderado por Mahatma Gandhi, quien luchó por la independencia de la India, la cual fue conseguida hasta 1947.

Sin embargo, sólo dos años más tarde, la India solicitó su ingreso en la Commonwealth de Naciones británica, con algunas condiciones, pues India aceptarían al rey Jorge VI, padre de la reina Isabel II,  como jefe de la Commonwealth, fue el primer país en unirse que no juró lealtad a la corona.

En 1949, en la llamada Declaración de Londres, miembros como India, Pakistán y Ceilán, actualmente Sri Lanka, se unieron a la Commonwealth como miembros libres e iguales.

Aunque hasta el momento la Mancomunidad de Naciones, liderada hasta este desde el jueves 8 de septiembre por Carlos III, tras el deceso de la reina Isabel II, tiene 54 miembros, sólo 15 de ellos consideran al monarca de Inglaterra como su jefe de estado.

Los países fuera de Reino Unido que aún reconocen la autoridad de la corona británica son: Antigua y Barbuda, Australia, las Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, las Islas Salomón y Tuvalu.

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