Rusia expresó su indignación por las declaraciones del papa Francisco en las que calificó de “crueles” a las minorías étnicas rusas que participan en la intervención militar en Ucrania, informaron varias agencias.
Francisco, en una entrevista, dijo que los “más crueles” entre las filas de Rusia en Ucrania, no son de tradición rusa, sino minorías como “los chechenos, los buriatos y demás”, por lo que, según la agencia estatal rusa RIA Novosti, el embajador de Moscú en el Vaticano presentó una queja oficial tras las declaraciones.
“Expresé mi indignación ante tales insinuaciones y señalé que nada puede hacer tambalear la cohesión y la unidad del pueblo multinacional ruso”, declaró a la agencia el embajador ruso ante el Vaticano, Alexander Avdeev.
En septiembre pasado, cuando el Kremlin anunció un reclutamiento de cientos de miles de hombres para el ejército, Moscú fue acusado de recurrir de forma desproporcionada a las minorías étnicas de Siberia y del Cáucaso.
Las críticas aseguran que las minorías de las regiones empobrecidas y aisladas mueren en mayor número en Ucrania que los rusos. En paralelo esas minorías están acusadas de tener un papel violento en lugares como Bucha, la localidad ucraniana donde militares rusos cometieron presuntamente masacres de civiles.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, dijo que las declaraciones del papa van “más allá de la rusofobia” y las calificó de “perversión”.
Por su parte, la Free Buryatia Foundation, un grupo que defiende los derechos de los buriatos y que se ha posicionado contra el conflicto en Ucrania, también criticó los comentarios del papa.
Los estereotipos siguen siendo estereotipos, independientemente de quién los reproduzca: activistas, políticos o líderes espirituales. Y los comentarios del papa sobre los crueles buriatos y chechenos no solo son estereotipos racistas, sino también mentiras indicó la organización en las redes sociales.
Ucrania nuevos ataques
Los responsables ucranianos afirmaron que prevén una nueva ola de bombardeos por parte de Rusia esta semana, tras los ataques precedentes contra infraestructuras críticas que provocaron cortes masivos de agua y electricidad, por ejemplo en la capital, Kiev.
Según la marina ucraniana, 11 barcos de guerra rusos, entre ellos, ese portamisiles se encuentran actualmente en el Mar Negro, frente a las costas de Ucrania, y hay otros en el Mar de Azov y el Mediterráneo, con un total de 76 ojivas que pueden ser disparadas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió en un discurso difundido que “la semana que comienza puede ser igual de difícil que la pasada”, marcada por bombardeos rusos que causaron cortes masivos de luz y agua en momentos en que el país comienza a experimentar temperaturas invernales.
Zelenski señaló una situación “muy difícil” en el frente, especialmente en la región de Donetsk, en el este, donde se concentran los combates desde la retirada de las fuerzas rusas de la región de Jersón, en el sur.
Según el balance diario de la presidencia ucraniana, cuatro civiles murieron y 11 resultaron heridos en el país. Tras los ataques rusos de la semana pasada, millones de ucranianos quedaron sin electricidad.