Ucrania acusó este miércoles a Rusia de bombardear la ciudad de Chernígov, pese al anuncio de Moscú de que reduciría “radicalmente” su actividad militar, recibido con escepticismo por Kiev y sus aliados occidentales.
El anuncio ruso, hecho después de las negociaciones entre ambos países en Estambul, generó esperanzas tras más de un mes de guerra que ha dejado miles de muertos y ha llevado el número de refugiados ucranianos a superar los 4 millones, principalmente mujeres y niños, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Echando un jarro de agua fría a esas esperanzas, Rusia aseguró este miércoles que no hay nada “prometedor” tras las negociaciones con Ucrania.
“Por el momento, no podemos informar de nada muy prometedor o de un avance. Hay mucho trabajo por hacer”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
En el terreno la “situación no cambia”, según autoridades ucranianas.
“Chernígov fue bombardeada toda la noche con artillería y aviones“, afirmó el gobernador Viacheslav Chaus, quien precisó que la localidad seguía sin agua ni electricidad.
Esta ciudad, que contaba con 280 mil habitantes antes de la guerra, está sin comunicaciones.
Luego de Mariúpol en el sur, Chernígov es la ciudad más duramente afectada por los bombardeos desde el inicio de la guerra lanzada por Moscú el 24 de febrero.
“En las últimas 24 horas, los rusos han bombardeado 30 veces las zonas habitadas y las infraestructuras civiles de la región de Kiev”, aseguró el gobernador de la región, Olaxander Pavliuk.
En Irpin, que los ucranianos anunciaron el lunes que habían “liberado”, se oían explosiones este miércoles por la mañana.
En el este, el ejército ucraniano dijo haber recuperado el control de una estratégica carretera.
“Desde la tarde y durante toda la noche, ha habido numerosas alertas de ataque aéreo en todo el territorio de Ucrania. Sin embargo, la noche fue tranquila en la mayoría de las regiones”, dijo la presidencia en un comunicado.
Rusia se había comprometido el martes, al término de las conversaciones en busca de la paz en Estambul, a reducir “radicalmente” su actividad militar en torno a Kiev y Chernígov.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó como “positivas” las señales, pero aclaró que “no apagan las explosiones o los disparos rusos”.
“Por el momento, no podemos ver, desgraciadamente, que los rusos estén reduciendo la intensidad de las hostilidades en dirección a Kiev y Chernígov”, declaró Vadim Denisenko, asesor del ministro del Interior ucraniano.