En el cuarto día de invasión, las tropas rusas bombardearon áreas residenciales en tres de las ciudades más importantes de Ucrania, como parte de su operativo para aislar Kiev, la capital.
La inusitada resistencia de los soldados y civiles ucranianos para defender a su país, ha sorprendido a los militares rusos, llevando al presidente Vladimir Putin a dar una orden, osada e inexplicable: poner en alerta máxima a las fuerzas de disuasión, que incluyen armas nucleares.
“Ordeno al ministro de defensa y al Jefe del Estado Mayor General de las fuerzas armadas rusas que pongan las fuerzas de disuasión del ejército ruso en un modo especial de servicio de combate”, dijo Vladimir Putin.
En tanto, las partes en conflicto negociaban la posibilidad de reunirse en Bielorrusia.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reconoció que la dominical, fue la jornada más dura.
“La noche fue brutal en Ucrania. Nuevamente el bombardeo. Nuevamente el bombardeo de áreas residenciales e infraestructura civil”, señaló Zelenski.
Al norte del país, Járkov, la segunda metrópoli más grande, fue tomada la madrugada del domingo, por el enemigo. Sin embargo, más tarde, las fuerzas armadas, la policía y las milicias ucranianas, recuperaron su control.
El alcalde de Kiev afirmó que los invasores están completamente desmoralizados.
“Veo a tanta gente, todos orgullosos de nuestro ejército, de los ucranianos que defienden nuestra ciudad”, indicó Vitaly Klitschko, alcalde de Kiev.
Bajas por la invasión
Sin dar números, el ministerio de Defensa de Moscú lamentó las bajas de soldados, heridos y prisioneros.
Ucrania, por su parte, reportó que han muerto 4 mil 300 militares invasores, mientras que sus bajas son cercanas a las 200.
La inseguridad ha obligado a más de 116 mil personas a huir del país, principalmente a Polonia, Rumania y Moldavia, mientras al interior de Ucrania hay más de 160 mil desplazados.
Quienes decidieron permanecer en sus casas, enfrentan la falta de luz y agua por daños a la infraestructura civil.
Apoyo para Ucrania
La Unión Europea (UE) acordó destinar 450 millones de euros para que Ucrania adquiera equipos militares letales y otros 50 millones de euros para equipos no letales, como combustible y equipos de protección.
Además, 19 naciones europeas cerraron sus espacios aéreos para aviones rusos.
“Hoy se rompe un tabú, el de que la Unión Europea no proporciona armas en una guerra. Sí vamos a hacerlo. Porque esta guerra requiere nuestro compromiso para apoyar al ejército ucraniano”, Joseph Borrell, alto representante de la Política Exterior, de la Unión Europea.
Mientras tanto, el Papa Francisco hizo un llamado para que las armas callen en Ucrania.
Además, en varias ciudades del mundo, miles salieron a las calles a protestar contra esta invasión.