Debido a las sanciones de occidente, en represalia por la invasión a Ucrania, ahora Rusia vive una regresión obligada de su modelo económico. El aislacionismo reaparece en el país, a medida que las empresas extranjeras cierran sus operaciones.
El poder adquisitivo de los ciudadanos va en caída libre, a la par que la depreciación del rublo, que supera el 100% en dos semanas. De 76 a 145 unidades por dólar.
Quienes pueden, hacen compras de pánico.
“Estoy muy molesta, es por eso que las compras que había planeado hacer en abril, las hago con urgencia hoy”, dijo una comparadora en Moscú.
El efectivo se agota y largas filas se observan en los cajeros automáticos, incapaces de satisfacer la creciente demanda.
“Tengo miedo de que el gobierno expropie todo el dinero, o que me congelen las tarjetas bancarias. No sé. He estado revisando diferentes lugares, esperando en colas y buscando dinero por segundo día consecutivo”, Olga, residente de Moscú.
Las tarjetas Master Card, Visa y American Express ya no son opción para los usuarios rusos. Ya que abandonaron la plaza.
Los efectos colaterales se resienten en Europa. El gas aumenta, impactando también el precio de la energía eléctrica. Este martes, el mega watt por hora alcanzará en el mercado mayorista europeo 592 dólares, 900% superior a los 60 dólares que se pagaban hace un año.
El Kremlin, además, ha creado un mercado negro de petróleo para vender su producción diaria de siete millones de barriles, abaratándolo.
“Podemos ver que los rusos están desesperados por sacar esos barriles. Lo vendieron a 28 dólares por debajo del punto de referencia internacional; Eso es prácticamente regalarlo”, Bob Yawer, director de futuros, Mizuho.
Ocurre cuando la cotización internacional del crudo superó este lunes por momentos los 130 dólares por barril para medio estabilizarse en 120.
Nadie escapa al efecto del alza. En Estados Unidos el precio de la gasolina escala 60%.
“Un aumento de la gasolina, y sigue aumentando. Cada día está subiendo. Y los trabajos están en descenso, bajando”, Mauricio, consumidor de Virginia, EUA.