El gobierno ruso descartó un confinamiento de la población a pesar de haber reportado 679 muertes debido al COVID-19 en las últimas 24 horas, un récord por cuarto día consecutivo en el país, seriamente afectado por la variante Delta.
Según datos gubernamentales, Rusia registró 23 mil 218 nuevos casos en un día, la cifra más alta desde mediados de enero, cuando el país salía de una segunda ola de coronavirus.
Pese a ello, el Kremlin descartó este viernes, de momento, la idea de un confinamiento.
“Nadie quiere confinamientos” y la idea de aplicarlo “no ha sido tratada. Para que ello no ocurra, debemos vacunarnos todos lo más rápido posible” declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El aumento de los contagios ya llevó al presidente Vladimir Putin a exhortar el miércoles a los ciudadanos rusos a que se vacunen, en una intervención televisada.
Pese a estos récords negativos, las autoridades rusas han mantenido la organización de eventos multitudinarios, como es el caso de la Eurocopa en San Petersburgo, la segunda mayor ciudad del país, donde se disputa este viernes un cuarto de final entre España y Suiza.
San Petersburgo registró el viernes 101 fallecimientos por el coronavirus, un poco menos que la cifra récord de 119 muertos diarios registrada esta semana.
Por su lado, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, afirmó que la variante Delta, aparecida inicialmente en India, es responsable de 90% de los nuevos casos registrados en la capital rusa.
Moscú, principal foco de la enfermedad, registró 112 muertos en las últimas 24 horas, niveles cercanos a los récords alcanzados esta semana.
En el conjunto del país, la pandemia ha causado desde su inicio más de 5.5 millones de contaminados y 136 mil 565 muertos, según cifras oficiales.
La agencia de estadística Rosstat, que tiene una definición más amplia de los fallecimientos provocados por el coronavirus, contabilizaba 270 mil muertos a fines de abril.