Rusia atacó la capital de Ucrania la madrugada de este domingo y golpeó dos edificios residenciales dejando una persona muerta y al menos cuatro heridas, informó el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
En tanto, Moscú calificó de falsa dicha versión y afirmó que la agresión fue dirigida a la fábrica de misiles Artiom de la localidad.
Ante estos sangrientos hechos, que no ocurrían en Kiev desde los primeros días de junio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó los nuevos bombardeos rusos como una “barbarie”, durante la cumbre del G7 que este domingo inició en Alemania y a pocos días de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Madrid que se llevará a cabo el 29 y 30 de junio.
Por su parte, el vocero de la fuerza aérea ucraniana, Yuriy Ignat, reportó que aeronaves lanzaron 14 misiles crucero tipo KH-101 desde el mar Caspio.
En tanto, fuerzas rusas intentaban controlar el último bastión ucraniano en la región oriental de Lugansk, tras tomar el sábado las ruinas de Severodonetsk y la planta química Azot, donde se habían atrincherado cientos de civiles y tropas ucranianas.
Los 800 pobladores que permanecían en la zona también fueron evacuados.
“La ciudad ha sido completamente ocupada por la Federación Rusa. Hasta donde yo sé, están tratando de imponer sus reglas y nombrar algún tipo de comandante que esté organizando alguna actividad”, dijo Oleksandr Stryuk, alcalde de Severodonetsk