Rusia mantiene sus ataques sobre Ucrania pese a los ultimátums del presidente Donald Trump para que su homólogo ruso, Vladimir Putin, termine con la guerra.
A pesar del Sistema de Alerta Antimisiles ucraniano, las advertencias de los ataques llegaron demasiado tarde, provocando que muchas personas residentes no pudieran huir.
Los bombardeos sobre varias ciudades, incluida Kiev, dejaron al menos 14 personas muertas y más de 130 heridas, incluídas 14 infancias.
En tanto, el Parlamento de Ucrania aprobó por mayoría absoluta un proyecto de ley con el que el presidente Volodímir Zelenski restablece la autonomía de los organismos anticorrupción.
Ante ello, la jefa de la Misión de Observación de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Ucrania (HRMMU), Danielle Bell, denunció “los terribles ataques de anoche”, y aseguró que éstos destruyeron familias enteras.
De igual manera, Bell relató que su equipo encontró casas reducidas a escombros y “residentes esperando ansiosamente mientras los rescatistas buscan a las personas desaparecidas”.
Por su parte, la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que su personal, al igual que el resto de de las y los habitantes de Kiev, se despertó con el sonido de las explosiones.
Según palabras de la coordinadora general, Ainur Absemetova, los recientes ataques han incrementado el trauma, la inseguridad y la necesidad de asistencia médica y psicológica urgente en la capital y en otras áreas afectadas del país.