La comisionada rusa para la infancia, Maria Lvova-Belova, anunció un acuerdo con Ucrania mediado por Catar para intercambiar 48 niños desplazados por la guerra, aunque el pacto no fue confirmado por la delegación de Kiev.
En total “29 niños regresarán a Ucrania y 19 a Rusia”, declaró ante la prensa la responsable rusa desde Doha, sin dar más detalles sobre los menores.
Como el presidente ruso Vladimir Putin, Lvova-Belova es objeto de una orden de arresto desde 2023 por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) por deportar a miles de niños ucranianos a Rusia.
Sin embargo, también desde Doha, el comisario de derechos humanos del Parlamento ucraniano, Dmitro Lubinets, dijo a la agencia AFP que no podía confirmar esta información.
Los responsables rusos y ucranianos “no tuvieron ningún contacto directo sobre este asunto”, declaró.
Catar ha ayudado desde julio de 2023 a repatriar decenas de niños ucranianos que habían sido trasladados a Rusia y los territorios ocupados desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
De su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que 16 niños ucranianos “fueron liberados y devueltos a sus familias” en Catar.
Kiev estima que al menos 20 mil menores ucranianos fueron deportados a Rusia desde las zonas ocupadas en dos años, pero el total podría ser mucho más elevado, ya que esta cifra sólo incluye a los niños identificados oficialmente.
Casi 400 de ellos fueron repatriados por las autoridades ucranianas.
En marzo, cuatro niños ucranianos fueron repatriados de Rusia, ya con la mediación de Doha, tras otra operación similar en febrero que implicaba a 11 menores.
La CPI emitió en marzo de 2023 una orden de arresto contra Putin y Lvova-Belova por su implicación directa en la “deportación” de niños ucranianos hacia Rusia desde febrero de 2022.
Rusia niega las acusaciones y asegura que protege a los menores de los combates. También dice estar dispuesta a entregarlos a sus familias en Ucrania si estas lo piden.
Las autoridades rusas también han explicado que han puesto en marcha un programa especial para recibir a estos niños, algunos de los cuales son enviados a campamentos donde se hace hincapié en la educación patriótica.
Aunque Rusia no es miembro de la CPI, Putin se ve limitado en sus viajes internacionales por esta amenaza de arresto en el extranjero.