Ante el problema por suministro de granos que ya se vive en varios países del mundo por la invasión rusa a Ucrania, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró: “Estamos dispuestos a trabajar con la ONU para prevenir cualquier impacto indeseable de nuestras sanciones sobre la seguridad alimentaria mundial.
En su blog oficial, el jefe de la diplomacia europea denunció “la opción política consciente de Rusia de ‘militarizar’ las exportaciones de cereales y utilizarlas como herramienta de chantaje contra cualquiera que se oponga a su agresión” en Ucrania.
Si no se reanudan las exportaciones ucranianas por barco, advirtió, se podría producir “una catástrofe alimentaria mundial”. Las sanciones impuestas por el bloque no prohíben que Rusia exporte grano, siempre y cuando las personas o entidades sancionadas no estén implicadas en las operaciones.
El próximo lunes se llevará a cabo una reunión del bloque en Luxemburgo y se tratará, además de la seguridad alimentaria, “la batalla de relatos” sobre la realidad de las sanciones impuestas a Moscú.