Los Ángeles, California, sigue bajo el asedio de la administración de Donald Trump.
“Mi mamá y papá no hacen nada malo, no son criminales, están tristes que no pueden salir de casa y por supuesto que estoy enojado”.
Erick, mexicano-estadounidense.
El presidente estadounidense mantiene la amenaza de que la Guardia Nacional y los marinos se desplieguen en la ciudad californiana.
“Vi las redadas, no lo apruebo. Esto es California, algunos de estos mexicanos llevan aquí desde 2010 o 2009 y de repente, los están devolviendo. Creo que deberíamos crear más leyes y más programas para ayudar a estos mexicanos”.
Aubrey, estadounidense.
A las seis de la mañana de este miércoles, se levantó el toque de queda impuesto por la alcaldesa Karen Bass, el centro histórico de Los Ángeles lució vacío.
La Guardia Nacional resguarda edificios federales, pero las protestas continúan contra las medidas de Trump.
“La verdad el gobernador de California no le ha pedido a la guardia, a los marinos, el presidente se está pasando, él mismo ha dicho que estamos usando banderas de otros países y que estamos invadiendo, pero eso no es cierto hemos estado aquí antes que los americanos, esta tierra es tierra que perteneció a los nativos que perteneció a México”, comentó
Viviana, mexicana-estadounidense.
“Bailo porque cuando te sientes desesperanzado y no puedes cambiar nada, a veces lo único que puedes hacer es bailar”, dijo el estadounidense, Funk.
“Estoy aquí porque voy a darle una lección a la administración. Estoy en contra de lo que hacen, separando a las familias y cada cosa fascista que hacen. Estoy aquí afuera usando mi voz para apoyarlos. Además de estar bajo ataque, muchas de mis amigas son latinas y también trans, así que estoy aquí usando mi voz para ellas”,
platicó Evy, otra estadounidense.
En el corazón de Los Ángeles, las calles siguen en resguardo policial. La Plaza Olvera, lugar de nacimiento de la ciudad, lució con pocos locales abiertos; sus vendedores, apoyan las protestas pacíficas.
“Hay otras formas de protestar, más pacíficas, no lastimando gente y no lastimando propiedades que no son de nosotros”,
señaló el mexicano estadounidense, Félix.
Trump mantiene su apuesta y en Los Ángeles siguen movilizándose.