El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se dirigió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en las conversaciones a puerta cerrada del G20 en Bali, para pedirle a Rusia que permita la salida de granos desde Ucrania, declaró un funcionario occidental.
“A nuestros colegas rusos: Ucrania no es su país. Su grano no es su grano. ¿Por qué bloquean los puertos? Deben dejar salir el grano”, declaró Blinken al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, con quien no quiso reunirse por separado, según un funcionario occidental presente en la cita.
Las fuerzas rusas, dijo la NASA, han ocupado alrededor de 22% de las tierras agrícolas de Ucrania desde la invasión del 24 de febrero, afectando a uno de los principales proveedores de los mercados mundiales de granos y aceites comestibles.
Datos satelitales analizados por científicos de la agencia espacial de Estados Unidos muestran que la ocupación del este y el sur de Ucrania otorga a Rusia el control de las tierras que producen 28% de los cultivos de invierno del país, principalmente trigo, canola, cebada y centeno, y 18 % de los cultivos de verano, sobre todo maíz y girasol.
La interrupción de la cosecha y la siembra, dijeron científicos de la NASA, la falta de mano de obra y los bombardeos de los campos podrían tener un fuerte impacto sobre el suministro mundial de alimentos.
“El granero del planeta está en guerra”, comentó Inbal Becker-Reshef, director del programa Harvest de la agencia espacial, que utiliza datos satelitales de Estados Unidos y Europa para estudiar la producción mundial de alimentos.
De acuerdo con estadísticas estadounidenses, antes de la guerra Ucrania suministraba 46% del aceite de girasol comercializado a nivel global, 19% del trigo, 17% de la cebada y 12% del maíz.
La invasión rusa bloqueó las exportaciones de alimentos desde Odesa, el principal puerto del Mar Negro, y destruyó la infraestructura de almacenamiento y transporte en algunas áreas. “Estamos en las etapas iniciales de una crisis alimentaria progresiva que probablemente afectará a todos los países y personas de la tierra de alguna manera”, dijo Becker-Reshef.