
Sectores populares, trabajadores y gremios poblaron las calles de las principales ciudades de Colombia en respaldo a la iniciativa de consulta popular, prevista por la Constitución, impulsada por el presidente Gustavo Petro, aunque negada por una élite del Senado.
La consulta a las bases de la población permitiría avanzar hacia la aprobación de una serie de leyes de carácter social que beneficiarían a la mayoría de colombianos, entre ellas, la laboral y la educativa.
“Los derechos, especialmente los derechos fundamentales en todo el mundo, no se otorgan solo porque un gobernante actual se despierte de buenas pulgas y diga hoy voy a garantizar la salud, hoy voy a garantizar el trabajo digno y decente, hoy vamos a garantizar la educación, el agua potable. No, ha sido a través de la lucha constante de las poblaciones”, señaló el viceministro de Protección Social, Luis Alberto Martínez.
La centrales obreras hicieron una huelga de 48 horas para respaldar a la consulta popular; se trata de un llamado directo que atendieron en defensa de sus derechos y en rechazo a las acciones del Congreso.
En la médula del debate están los probables cambios al sistema laboral que, el gobierno colombiano, liderado por Petro, ha intentado impulsar dos veces en el Congreso; han sido rechazados.
La última vez fue en marzo y derivó en la propuesta petrista para convocar a una consulta popular. La reforma laboral como la consulta popular requieren de la aprobación del Congreso, donde el gobierno no goza de mayoría, además, Gustavo Petro ha acusado al Congreso de ejercer un “bloqueo constitucional”.