
El Senado de Estados Unidos aprobó un ajuste al proyecto de ley One Big Beautiful, impulsado por el presidente Donald Trump, en el que se reduce de 3.5% a 1% el impuesto a las remesas físicas enviadas desde ese país hacia el extranjero.
De acuerdo con el texto legislativo, la nueva disposición:
- Aplicará únicamente a transferencias físicas de dinero, como efectivo, giros postales, cheques de caja u otros instrumentos similares.
- Será pagada por la persona que envíe la remesa y recaudada por el proveedor del servicio, quien deberá entregar el gravamen al gobierno cada trimestre.
- En caso de que el impuesto no se cubra en el momento de la operación, la empresa de transferencia asumirá la obligación.
- No aplicará a remesas electrónicas, es decir, las que se realizan desde cuentas bancarias o tarjetas de débito o crédito.
- Entrará en vigor para operaciones realizadas a partir del 31 de diciembre de 2025.
El impuesto forma parte de un megaproyecto legislativo en materia fiscal, migratoria y de seguridad fronteriza, que continúa su debate en el Congreso.
La propuesta original había sido criticada por su posible impacto en millones de personas migrantes que envían recursos a sus familias desde Estados Unidos.
La reducción al 1% busca mantener el control sobre envíos de dinero no bancarizados, sin afectar las transferencias digitales, las cuales representan la mayoría de las remesas actuales, según datos del propio Congreso estadounidense.