El Senado de Estados Unidos comenzó este lunes a abordar la histórica postulación a la Corte Suprema de la jueza Ketanji Brown Jackson, quien se convertiría en la primera mujer de color en integrar el máximo tribunal del país.
El Comité Judicial del Senado inició cuatro audiencias de confirmación para esta jurista de 51 años, nominada por el presidente Joe Biden, quien destacó su mente “brillante y su gran carácter e integridad. Ella merece ser confirmada como la próxima jueza de la Corte Suprema”.
“Les pido a los miembros de este comité que, al comenzar este histórico proceso de confirmación, consideren cómo la historia juzgará a cada senador”, dijo por su parte el presidente del Comité Judicial del Senado, Dick Durbin.
Las audiencias del Senado para los postulados a la Corte Suprema se convirtieron en un campo de batalla partidista en los últimos años, entre republicanos y demócratas.
“Cada nombramiento de la corte es significativo porque muchos asuntos se deciden en ella y muchos son problemáticas sociales candentes que mueven votos o motivan a los votantes, como el aborto o los derechos a las armas”, señaló el director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, Larry Sabato.
Brown Jackson reemplazaría a otro juez liberal, Stephen Breyer, quien se retira a sus 83 años. Su confirmación, precisó Sabato, no cambiará el equilibrio de fuerzas de la corte, dominada por una mayoría conservadora.
“Solo eso disminuye los riesgos y debería contribuir a una confirmación más fácil”, dijo.
Los demócratas, con una ligera ventaja, tienen los votos para confirmar a Jackson, una jurista graduada de la Universidad de Harvard, quien ejerció de abogada de oficio federal para clientes indigentes.
El Senado, conformado por 100 miembros, está dividido en parte iguales entre demócratas y republicanos. La vicepresidenta demócrata Kamala Harris tiene el voto de quiebre.
Base republicana
Se estima, consideró Sabato, que unos cuantos senadores republicanos atacarán a Jackson, pero sus credenciales parecen abrirle el paso pese a las querellas partidistas. Incluso, varios senadores republicanos moderados votaron apenas hace un año para confirmar la postulación de Jackson para la Corte de Apelaciones del Circuito de Estados Unidos.
Aún así, agregó, varios parlamentarios republicanos criticaron a Biden por haber elegido a una mujer de color para la corte, una de sus promesas de campaña.
“Las mujeres negras son, ¿Qué, 6% de la población de Estados Unidos?”, dijo el senador Ted Cruz.
Jackson; sin embargo, tiene impecables credenciales, por lo que otra senadora republicana, Susan Collins de Maine, advirtió a sus colegas que se anduvieran con cuidado.
“Dado que los demócratas, lamentablemente, han tenido cierto éxito tratando de pintar a los republicanos como antinegros, puede hacer más difícil rechazar a una jurista negra”, consideró Collins.
Patrón alarmante
Un ataque frontal contra Jackson podría ser contraproducente para los republicanos a siete de las elecciones del Congreso de medio mandato.
Pero el senador Josh Hawler arremetió contra lo que considera “un patrón alarmante” en cómo la jueza gestionó casos de delincuentes sexuales, “especialmente aquellos que se aprovechan de niños”.
Esos comentarios fueron criticados por el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Andrew Bates: “esto es una desinformación tóxica y pobremente presentada que se sustenta en tomar con pinza elementos de su historial fuera de contexto”.
Bates resaltó que Jackson recibió apoyo de varios sindicatos policiales, que tienden a inclinarse hacia la derecha.
Si se confirma su postulación, Jackson será la tercera afroestadounidense en la Corte Suprema, pero la primera mujer de color. Thurgood Marshall integró la corte entre 1967 y 1991, y fue sucedido por Clarence Thomas, de 73 años, quien permanece en el puesto, aunque actualmente está hospitalizado por una infección.