En Estados Unidos, el almacenamiento de agua en California originada en el Río Colorado se recupera lentamente de una sequía que se remonta al año 2000, a pesar de las intensas lluvias caídas en enero pasado.
En el sur de California la situación es más grave, región que recibe una cuarta parte de su agua del Río Colorado. Las autoridades mantienen el estado emergencia por sequía en 58 condados, entre ellos, Los Ángeles, donde 6 millones de residentes tiene que respetar las restricciones para ahorrar agua, entre éstas: evitar regar el pasto de las casas.
En San Bernardino la escasez es todavía mayor y afecta 50 % del suministro del líquido. El lago Powell con la presa del cañón Glen en Arizona, y el lago Mead donde está la prensa Hoover en Nevada necesitan todavía más lluvias para aumentar sus respectivos niveles de agua.
“La crisis es increíblemente severa; el Departamento del Interior se enfrenta a la posibilidad de no poder hacer entregas de agua de la Presa Hoover a la ciudad de Las Vegas o a California”, dijo el académico, Universidad de Stanford, David Hayes.
La crisis hídrica afecta también al norte de México, las tormentas de enero en California no incrementaron las aguas del Río Colorado, que surten la presa “Morelos”, ubicada en los algodones Baja California.
“El agua en una zona desértica como ésta, el agua es vida y lo que se espera es que cuando ese río empiece a bajar, que esas puertas de presa Morelos se abran, ese río empiece a traer nuevamente vida a esta delta del río Colorado”, explicó la vocera, Organización Pronatura Noroeste, Yamillet Carrillo.
El Río Colorado, de 2 mil 250 kilómetros de largo, se origina en las montañas de Wyoming y Colorado y recorre también los estados de Utah, Nevada, Arizona, California, y Nuevo México, antes de desembocar en el Golfo de Cortés en Baja California.