Millones de personas están confinadas en China debido a un repunte de contagios de COVID-19, que hace temer en Shanghái el regreso de restricciones sanitarias.
La mayor ciudad de China estuvo confinada durante dos meses en la primavera y las estrictas condiciones impuestas exasperaron a parte de sus 25 millones de habitantes.
Desde el 1 de junio, la mayoría de las restricciones fueron suspendidas, pero algunos barrios seguían temporalmente cerrados tras la detección de algunos casos.
Sin embargo, se ha registrado un aumento de contagios desde el fin de semana y Shanghái contabilizó este miércoles 24 nuevos casos.
Las autoridades lanzaron una nueva ronda de pruebas masivas en la mitad de los distritos de Shanghái y cerraron los bares de karaoke, luego de detectar algunas infecciones originadas en estos establecimientos.
Cinco semanas después del levantamiento del confinamiento, una parte de los habitantes temen que vuelvan las restricciones.
Algunos residentes reportaron el martes en redes sociales que recibieron raciones de alimentos del gobierno, como ocurrió meses atrás.
“Déjeme contarle una historia de miedo: el distrito de Putuo está enviando verduras de nuevo”, publicó un residente en la red WeChat.
“Estoy muy nervioso, la epidemia destruyó mi juventud. Voy a enloquecer”, escribió otro usuario de Shanghái en Weibo.
El Ministerio de Salud informó de 300 nuevos casos en todo el país. La principal zona afectada es la provincia de Anhui, donde 1.7 millones de habitantes de dos cantones rurales están actualmente confinados.
Se registraron más de un millar de casos desde la semana pasada, con contagios que llegan actualmente a la provincia de Jiangsu, limítrofe de Shanghái y una región manufacturera de peso.
La gran ciudad de Xi’an con 13 millones de habitantes y donde se encuentran los famosos “Guerreros de Terracota”, fue puesta bajo “medidas temporales de control” tras detectar 29 contagios.
“Locales públicos de entretenimiento, incluyendo pubs, cafés de internet y karaokes, cerraron a partir de la medianoche del miércoles”, dijo el Gobierno local.
Se atribuye el brote de la ciudad a la subvariante BA.5.2 de Ómicron, que es más transmisible y esquiva la inmunidad.
“Los casos positivos son todos de la rama BA.5.2 de la variante ómicron, y hay un trabajo de trazado epidemiológico en marcha”, dijo en rueda de prensa Ma Chaofent, del departamento de Salud de Xi’an.
Los nuevos casos son un desafío para el presidente Xi Jinping, quien la semana pasada reafirmó el compromiso con la política china de “cero COVID”.
El Gobierno considera esta estrategia necesaria para evitar costos médicos y proteger a las personas mayores, con un índice de vacunación bajo.
Pero su impacto en la actividad económica es muy alto y muchas empresas cierran o funcionan al ralentí.
Según estimaciones del banco Nomura, al menos 114 millones de chinos están sometidos a varias restricciones en los desplazamientos, algunos de ellos confinados. Hace una semana eran 66 millones.