Irene Montero, eurodiputada del partido español “Podemos” y reconocida activista feminista, abordó los desafíos actuales en la lucha por los derechos de las mujeres en el contexto de la reciente toma de posesión de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera Presidenta de México.
Durante una entrevista para el noticiero Punto de Referencia, Montero aseguró que todas las mujeres tienen derecho a vivir libres de violencias y a ocupar los cargos que por simple proporcion poblacional, nunca debieron dejar de ocupar.
“Si una sola mujer está sufriendo violencia, la democracia no está cumpliendo su función”, afirmó con contundencia Montero, subrayando que el compromiso de un Gobierno con los derechos humanos debe reflejarse en la vida cotidiana de las mujeres.
Enfatizó que las mujeres han sido históricamente relegadas del poder, y que las actuales medidas de paridad buscan restaurar el lugar que las mujeres nunca debieron haber perdido.
“Somos más de la mitad de la población. Por justicia, debemos ocupar 50% de los espacios de toma de decisiones”, sentenció.
Montero destacó que el avance en la igualdad de género no es sólo un tema de justicia social, sino también un indicador fundamental del funcionamiento de la democracia.
Asimismo reconoció que, aunque se han dado pasos importantes con leyes de paridad y medidas contra la violencia de género, es necesario seguir avanzando para proteger las conquistas.
“Las instituciones deben garantizar que todas las mujeres puedan vivir libres de violencia machista”, añadió, haciendo referencia a la importancia de políticas públicas especializadas para enfrentar la violencia de género.
La eurodiputada criticó los sesgos de género que aún persisten en la impartición de justicia, donde muchas veces se culpa a las víctimas en lugar de protegerlas, lo cual, recordó, es nombrado “justicia patriarcal”.
“Una mujer no debe ser culpabilizada por cómo se viste, a dónde va o con quién está. Eso es violencia, y el Estado tiene la obligación de protegernos de ello”, afirmó.
En México hay pueblo y hay retos
Montero destacó que México está atravesando un momento crucial en su historia, donde el papel del pueblo se ha vuelto esencial para enfrentar los grandes desafíos que aún persisten.
“Lo que distingue a México es que en este proceso hay pueblo”, afirmó la política y activista feminista, refiriéndose a la participación activa de millones de ciudadanos en la vida política y social del país con la llegada de Claudia Sheinbaum al máximo escaño político.
Para Montero, la participación del pueblo en el proceso de transición del Poder Ejecutivo por primera vez a una mujer, es fundamental para lograr cambios reales y profundos.
“En este momento hay millones de personas implicadas en diferentes niveles de responsabilidad, lo que refleja un compromiso genuino con el futuro del país”, añadió.
No obstante, Montero fue clara al señalar que, pese al involucramiento masivo, México aún enfrenta retos importantes. Entre ellos, destacó la persistente desigualdad económica y los altos índices de feminicidios.
“Precisamente por eso es necesario un Gobierno del pueblo, porque hay desigualdades que aún deben resolverse”, subrayó, enfatizando que un Gobierno comprometido con su gente es clave para atender los problemas más urgentes, como la violencia de género y la justicia social.
Montero también hizo hincapié en la importancia de que los gobiernos no solo gestionen los asuntos públicos, sino que lo hagan con un propósito claro.
Al elogiar el trabajo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y hablar del de Claudia Sheinbaum, expresó su confianza en que la gestión de ambos estará marcada por la cercanía con el pueblo y la voluntad de resolver problemas históricos.
Feminismo y justicia patriarcal
Montero abordó la noción de “justicia patriarcal”, un concepto que ha resonado profundamente en el contexto español y que, según ella, necesita ser desmantelado en todas partes del mundo.
La eurodiputada señaló que, a lo largo de la historia, las mujeres han soportado múltiples formas de violencia y discriminación, no solo en el ámbito social, sino también en el sistema judicial.
“La justicia patriarcal es un concepto que hace referencia a cómo los sistemas judiciales a menudo reflejan y perpetúan los sesgos de género, culpabilizando a las mujeres por las violencias que sufren”, explicó.
Este fenómeno se manifiesta en la manera en que las autoridades abordan los casos de violencia de género, donde las víctimas a menudo son cuestionadas y sometidas a juicios morales en lugar de recibir la protección y el apoyo que necesitan.
“Las mujeres que sufren violencia a menudo enfrentan una doble victimización: primero, por el agresor, y luego, por un sistema que no les brinda la justicia que merecen”, manifestó.
Además, destacó que para combatir la justicia patriarcal es esencial implementar políticas públicas que no sólo protejan a las mujeres, sino que también desafíen y cambien las estructuras que perpetúan la desigualdad.
Finalmente, Montero abogó por la creación de un sistema de justicia especializado que garantice que las mujeres puedan acceder a la justicia de manera equitativa, sin los sesgos de género que a menudo desdibujan la gravedad de la violencia que enfrentan.
La activista enfatizó que el feminismo es un movimiento que debe seguir avanzando, desafiando a aquellos que consideran que éste ha ido”demasiado lejos”.
“La realidad es que hemos sufrido durante siglos, y debemos seguir luchando por un futuro donde todas las mujeres puedan vivir sin miedo y con la justicia que merecen”, concluyó.