Son los vestigios de la barbarie, y ellos, los testigos del horror.
“Yo vi con mis propios ojos cuando los rusos mataban a civiles que intentaban ser evacuados. Iban en bicicletas, en sus carros con sus hijos, los soldados rusos los maniataron, los pusieron de rodillas, los ejecutaron y después quemaron sus autos’’, dijo Igor, un habitante de Bucha, Ucrania.
“A sólo dos casas de aquí, encontramos los cuerpos de 12 de nuestros vecinos. Los asesinaron los rusos. Todos eran hombres, tenían de entre 12 a 60 años. les mataron directamente a disparos’’, comentó otra habitante de Bucha.
“Arrasaron con todo lo que encontraron. Del otro lado de la calle había una trinchera, esperaban a que alguien saliera por comida y le disparaban. Aquí llegaron y lanzaron proyectiles y granadas’’, aseguró Dymitri, otro habitante de Bucha.
Durante la ocupación rusa, Bucha, una localidad situada a sólo 24 kilómetros de Kiev, la capital, fue, literal, el infierno.
Restos de cientos de civiles ejecutados o torturados que yacían en las calles están en la fosa común las autoridades informaron que han identificado 163 de 310, aproximadamente.
Y es que, pese a que varios habitantes colocaron en las bardas o ventanas la leyenda “paz”, durante las tres semanas que Bucha estuvo bajo el control de los rusos, reinó la muerte y la devastación.
Igor mira incrédulo el sótano donde permaneció agazapado días con esposa, su suegra y su hijo de 13 años.
“Escuché un pequeño ruido, pero no me esperaba que eran tanques. eran alrededor de 20 tanques de las fuerzas territoriales rusas, empezaron las explosiones, luego las bombas que destruyeron las ventanas, pero no entiendo cómo ocurrió todo esto’’, dijo Igor un habitante de Bucha.
Dimytri era un niño de 10 años durante la Segunda Guerra Mundial, Hoy no entiende las razones de esta atrocidad.
“Putin dice que todo esto es falso, ¿tú crees que lo inventamos? Lo que yo estoy viendo es un Lenin, un Stalin en camino. no entiendo por qué el mundo no lo detiene’’, mencionó Dymitri,
A una semana del repliegue de las tropas rusas a la zona este, el puente de Irpin confirma la hipótesis.
Aquí las tropas dinamitaron el puente por el que huían decenas de ucranianos hacia Kiev.
Varias camionetas, quedaron totalmente calcinadas, en su interior hay restos de pañales, ropa de mujeres y niños, y un olor a muerte que se queda impregnado en lo más profundo de la memoria.