El número de nuevos solicitantes de asilo aumentó 30%, es decir, 2.7 millones de peticiones, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), durante 2023.
Este incremento estuvo liderado por Estados Unidos, que tuvo más de un millón de solicitudes de asilo, superando por primera vez a los países europeos de la OCDE contabilizados juntos.
La mayoría de demandas presentadas en Estados Unidos provienen de ciudadanos de:
- Venezuela – 185 mil, 34% más que el año anterior
- Colombia – 128 mil, cuyo número se triplicó
- Cuba – cayeron 37% pese a haber llegado a niveles récord en 2022 en décadas
- Nicaragua – 91 mil pedidos de asilo, un 174% más en 2023
España es el tercer país de destino para los solicitantes de asilo en el seno de la OCDE, y el segundo europeo, por detrás de Alemania, con 160 mil nuevas solicitudes, o sea un aumento de 38% respecto a 2022. Este incremento se debe principalmente a los pedidos de venezolanos (60 mil +33% en comparación al 2022), colombianos (53 mil, +49%) y peruanos (14 mil, +61%).
México se situó en el sexto lugar, con un incremento de las solicitudes de asilo por parte de ciudadanos haitianos (44 mil +158%) y hondureños (42 mil +35%).
Flujos migratorios también aumentaron
La OCDE señaló que los flujos migratorios alcanzaron niveles récord, con 6.5 millones de nuevos migrantes permanentes, pero aún no están fuera de control.
En 2023, los 38 países de la organización registraron 6.5 millones de nuevos migrantes “permanentes” (que incluyen a las personas con permiso de residencia y ciudadanos europeos), o sea, un aumento de 10% frente a los 6,1 millones de 2022.
Estados Unidos, cuyo presidente electo Donald Trump prometió expulsiones masivas, sigue siendo el primer país de destino con 1.2 millones de nuevos residentes permanentes legales, su nivel más alto desde 2006.
Alrededor de un tercio de los países miembros de la organización registraron niveles récord de migración el año pasado, especialmente el Reino Unido, Canadá, Francia, Japón y Suiza.
La migración se redujo en cambio en otro tercio de los países, como en Dinamarca, Estonia, Israel, Italia, Lituania o Nueva Zelanda.
“La experiencia de los países de la OCDE muestra que estos flujos elevados pueden estar bien gestionados con políticas apropiadas”, declaró Stefano Scarpetta, director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales en la OCDE.