En Sudáfrica, la ola de violencia y saqueos de los últimos días ya provocaron escasez de alimentos y gasolina, principalmente en Johannesburgo y Durban.
La mayor refinería del país que abastece cerca de un tercio del combustible que se consume en el territorio, anunció su cierre “por causas de fuerza mayor”.
Las autoridades reportan la muerte de 72 personas y más de mil 200 detenidos.
La ola de saqueos, impulsada por la crisis económica, se desencadenó la semana pasada, luego de que el expresidente, Jacob Zuma, fuera encarcelado por desacato a la justicia.
Despliegue de seguridad
La policía se vio rápidamente desbordada y el gobierno decretó el despliegue del ejército. Alrededor de 5 mil soldados trataban de mantener el orden, el doble de efectivos movilizados en el día anterior.
En algunos barrios, los vecinos se organizaron para asegurar ellos mismos la protección de sus tiendas, aunque las autoridades pidieron que “eviten hacer su propia justicia”.