Sudáfrica, donde se detectó la nueva variante de COVID-19 el mes pasado, anunció que superó el pico de la ola Ómicron, con un aumento sólo “marginal” de las muertes, mientras que muchos países experimentan infecciones récord.
Según nuestros expertos, Ómicron alcanzó su pico sin causar un cambio significativo o alarmante en el número de hospitalizaciones”, comentó el viernes el ministro en la presidencia Mondli Gungubele, quien aseguró que el gobierno se mantendría vigilante ante cualquier evolución contraria.El toque de queda nocturno, en vigor desde hace exactamente 21 meses, se había reducido a las horas comprendidas entre medianoche y las 4 de la mañana. En vísperas de las celebraciones de Año Nuevo, por fin se levantó. “Nuestra esperanza es que este levantamiento se mantenga”, indicó el ministro en una conferencia de prensa virtual.
Estamos tratando de encontrar un equilibrio entre la vida de las personas, sus medios de subsistencia y el objetivo de salvar vidas”, agregó.También recordó que la economía sudafricana sigue estando gravemente afectada por la pandemia. Manteniendo el uso de la máscara, el distanciamiento y acelerando la vacunación -que sigue estando por debajo de los objetivos, con sólo 15.6 millones de personas completamente vacunadas de una población de 59 millones- el ministro espera que “el toque de queda nunca vuelva”. La presidencia anunció que “todos los indicadores sugieren que el país probablemente superó el pico de la cuarta ola de la pandemia, con sólo un aumento marginal del número de muertes”.
Las nuevas infecciones, hospitalizaciones y muertes seguirán siendo seguidas hora por hora y si observamos una diferencia en la evolución, actuaremos de inmediato”, insistió el ministro.