En Estados Unidos suman 15 mil migrantes indocumentados detenidos por las autoridades migratorias desde el viernes, cuando terminó el Título 42, el cual permitía expulsiones por cuestiones sanitarias.
Esta cifra representa la mitad de las 30 mil detenciones realizadas en los días previos al 12 de mayo. El subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez Neto, informó que desde el viernes han deportado a México dos mil 400 personas originarias de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
“El nivel a la baja de detenciones en la frontera refleja una apreciación de las consecuencias de ingresar ilegalmente, así como de las acciones de aplicación de la ley tomadas por nuestros socios extranjeros”, dijo Blas Núñez.
El funcionario destacó la labor de México y Guatemala para fortalecer la vigilancia en su frontera común con personal militar. Mientras que Panamá y Colombia, dijo, trabajan para combatir a traficantes de personas.
Grupos de migrantes que lograron ingresar a Estados Unidos y pedir asilo antes de concluir el Título 42, podrían llegar a las ciudades de Denver, Colorado, Washington DC y Chicago, Illinois, por lo que sus alcaldes solicitaron al presidente Joe Biden, asistencia económica para hospedarlos.
“Hemos sido muy específicos en decirle lo que necesitamos en nuestras ciudades para ayudarlas frente a este flujo migratorio en particular”, señaló el alcalde de Denver, Michael Hancock.
En Florida, el departamento de policía de Miami, de administración demócrata, aseguró que no pedirá documentos para confirmar el estatus migratorio de quienes sean detenidos, a pesar de que así lo exige la Ley Antinmigrante promulgada por el gobernador Ron de Santis.
En campaña por la candidatura presidencial republicana, de Santis defendió la controvertida Ley.
“No se puede construir una economía fuerte basada en la ilegalidad. Si nos fijamos en lo que sucede en nuestra frontera sur, una parte de ello se debe a Biden y su imprudencia de abrir la frontera”, puntualizó el gobernador de Florida, Ron de Santis.
En ese estado, organizaciones convocaron para el primero de junio a un paro estatal al que titulan “Un día sin inmigrantes” para no trabajar ni consumir, y así hacer sentir el peso económico de los indocumentados en Florida.
En México, la Secretaría de Economía expresó su preocupación por las pérdidas multimillonarias que generan las inspecciones de 8 a 27 horas a transportes de carga en el cruce Matamoros-Brownsville, por parte del Gobierno Republicano de Texas.