El Ministerio de Exteriores afgano calificó de “infundada” la preocupación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el retroceso de los derechos de las mujeres y reafirmó su compromiso en garantizar sus libertades dentro del marco religioso y cultural aceptado por las personas afganas.
Cabe recordar que los talibanes determinaron este lunes que las mujeres deben usar velo en Afganistán. Una medida que se suma a las impuestas recientemente contra los derechos de las afganas, como que ellas no puedan volar sin un acompañante hombre, prohibir que las adolescentes asistan a las escuelas, viajar en autobús más de 12 kilómetros, entre otras, pese a que prometieron no ejercer medidas extremistas.
Ante este contexto, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU responsabilizaron a los talibanes de este retroceso, y les pidieron dar marcha atrás a todas las políticas restrictivas con los derechos y libertades de las afganas, incluida la obligación de usar el burka o vestimentas similares en lugares públicos o en televisión.
En consecuencia, los talibanes precisaron que el uso obligatorio del burka en espacios públicos “está en consonancia con las prácticas religiosas y culturales de la sociedad de mayoría musulmana” y anunciaron la creación de un comité para abordar la posible reapertura de clases para alumnas de cursos de secundaria y superiores.
El viceportavoz del Emirato Islámico de Afganistán, Imanulá Samangani, señaló que el comité estará integrado por ocho personas y encabezado por Abdulhakim Haqqani. “Este comité tiene ocho miembros. Incluye a clérigos y eruditos. El comité ha realizado algunos trabajos para la reapertura de los institutos para alumnas. Esperamos que pueda ser resuelto en el futuro próximo”, agregó.
Desde su regreso al poder el 15 de agosto, los talibanes impusieron numerosas restricciones a las libertades de las mujeres, a menudo aplicadas localmente según las autoridades regionales del Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio.
El movimiento islamista radical prometió que ejercería una versión más tolerante del rígido código de comportamiento que su Gobierno impuso cuando estuvo en el poder entre 1996 y 2001; sin embargo, esto no ha sido cumplido.