Perdón y reconciliación es el mensaje central que el Papa Francisco propuso al pueblo de Irak, unas horas antes de iniciar su primer viaje a ese país, inmerso en la violencia y en un aumento de contagios de coronavirus.
Vengo como un peregrino de paz en busca de la fraternidad, motivado por el deseo de rezar juntos y caminar juntos, incluso con hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas”, detalló el Papa Francisco.
Llegará la tarde de este viernes a Bagdad.
Esta visita cubre las diferentes áreas geográficas de Irak. La capital, Bagdad, la ciudad de la paz y su buena gente, están listos para saludar a su santidad y darle la bienvenida”, señaló Fuad Hussein, ministro de Relaciones Exteriores de Irak.
Con una apretada agenda de cinco días, el pontífice visitará varias ciudades y se reunirá con autoridades, entre ellas el gran ayatolá, Ali Al-Sistani.
Basado en un deseo del Papa Juan Pablo segundo, Francisco quiere acercarse a las minorías y al mundo islámico, aunque no participará en reuniones multitudinarias, por el COVID-19.
Ofrecerá una misa dominical en un estadio de Erbil, una ciudad donde recientemente se dispararon cohetes contra una base donde había soldados estadounidenses.
En las calles, el júbilo es palpable.
Damos la bienvenida al Papa en la ciudad del comendador de los fieles porque este es un evento internacional. Y esperamos que la paz se extienda en todos los países del mundo”, comentó Ahmed El-Helw, habitante de Najaf en Irak.
Éste, el viaje 34 del Papa Francisco, es el primero que realiza desde el inicio de la pandemia y, de acuerdo con los expertos, el más arriesgado en sus nueve años de pontificado.